San Pedro Sula, Honduras.
La pólvora sigue causando dolor a los pequeños hondureños. Los daños que deja, tanto físicos como sicológicos, son enormes. De 21 niños quemados a nivel nacional, cinco resultaron mutilados.
El jueves de la semana pasada ingresó al hospital Mario Rivas de San Pedro Sula un pequeño de 11 años que perdió cuatro dedos de la mano derecha al explotarle una “cebolla”, que es un petardo de alto poder explosivo.
El menor con procedencia de El Progreso, Yoro, quedará con una discapacidad de por vida a causa de la pólvora. Esa fatídica noche jamás la podrá olvidar.
Del primero al 27 de diciembre han ingresado al Mario Rivas 17 personas con quemaduras producidas por la pólvora, 15 de ellas menores de edad y dos adultos. El año pasado para esta misma fecha se reportó el ingreso de 12 menores de edad.
Ayer fueron internados dos niños más, uno de ellos de 14 años del departamento de Olancho, quien perdió tres dedos de la mano cuando manipulaba un mortero. El otro afectado de ocho años resultó con quemaduras en el rostro cuando un primo le lanzó unos petardos mientras se bañaba. Aunque la víctima es de Santa Bárbara el incidente ocurrió en la colonia Primavera de San Pedro Sula.
En el Hospital Escuela de Tegucigalpa a un niño que ingresó con graves quemaduras se le tuvo que colocar un injerto en la pierna.
Cifras
En el país se reportan hasta la fecha 27 personas quemadas por pólvora durante las fiestas de diciembre: 17 ingresadas al Rivas, 9 al Hospital Escuela (de esos cinco son menores) y uno al hospital Gabriela Alvarado de Danlí. De esos 27 a nivel nacional, 21 son menores de edad.
El año pasado cerró con 44 personas quemadas: 20 que ingresaron al Rivas y 24 al Escuela. También se reportó un niño fallecido por la manipulación de pólvora.
2014 dejó 34 afectados por la pólvora: 18 fueron atendidos por el personal médico del capitalino Hospital Escuela y 16 en el Rivas, entre adultos y niños.
En 2013 hubo 27 quemados: 11 que llegaron al Rivas y 16 al Escuela. Carlos Flores, jefe de la Sala de Quemados del Hospital Escuela, lamentó que la pólvora no solo produce quemaduras, sino también mutilaciones y amputaciones de manos.
“Tenemos un paciente que se quemó las piernas al estallarle un mortero. Se le reconstruyeron músculos, pero se está recuperando satisfactoriamente”, expresó Flores.
Agregó que por lo general los pacientes con quemaduras permanecen entre siete y diez días dependiendo del grado de afectación. El cirujano comentó que solo un niño afectado ha sido dado de alta.
Aarón Pineda, subdirector del Mario Rivas, aseguró que el número de quemados por pólvora sigue aumentando a pesar de las campañas que se hacen para que no sean usados estos artefactos.
San Manuel es el único municipio del Valle de Sula que autoriza la venta de pólvora. La alcaldía este año emitió 35 permisos a vendedores, en su mayoría foráneos, que comercializan todo tipo de artefactos.
La pólvora sigue causando dolor a los pequeños hondureños. Los daños que deja, tanto físicos como sicológicos, son enormes. De 21 niños quemados a nivel nacional, cinco resultaron mutilados.
El jueves de la semana pasada ingresó al hospital Mario Rivas de San Pedro Sula un pequeño de 11 años que perdió cuatro dedos de la mano derecha al explotarle una “cebolla”, que es un petardo de alto poder explosivo.
El menor con procedencia de El Progreso, Yoro, quedará con una discapacidad de por vida a causa de la pólvora. Esa fatídica noche jamás la podrá olvidar.
Del primero al 27 de diciembre han ingresado al Mario Rivas 17 personas con quemaduras producidas por la pólvora, 15 de ellas menores de edad y dos adultos. El año pasado para esta misma fecha se reportó el ingreso de 12 menores de edad.
Ayer fueron internados dos niños más, uno de ellos de 14 años del departamento de Olancho, quien perdió tres dedos de la mano cuando manipulaba un mortero. El otro afectado de ocho años resultó con quemaduras en el rostro cuando un primo le lanzó unos petardos mientras se bañaba. Aunque la víctima es de Santa Bárbara el incidente ocurrió en la colonia Primavera de San Pedro Sula.
En el Hospital Escuela de Tegucigalpa a un niño que ingresó con graves quemaduras se le tuvo que colocar un injerto en la pierna.
![]() En los mercados de San Pedro Sula se venden petardos clandestinamente.
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En el país se reportan hasta la fecha 27 personas quemadas por pólvora durante las fiestas de diciembre: 17 ingresadas al Rivas, 9 al Hospital Escuela (de esos cinco son menores) y uno al hospital Gabriela Alvarado de Danlí. De esos 27 a nivel nacional, 21 son menores de edad.
El año pasado cerró con 44 personas quemadas: 20 que ingresaron al Rivas y 24 al Escuela. También se reportó un niño fallecido por la manipulación de pólvora.
2014 dejó 34 afectados por la pólvora: 18 fueron atendidos por el personal médico del capitalino Hospital Escuela y 16 en el Rivas, entre adultos y niños.
En 2013 hubo 27 quemados: 11 que llegaron al Rivas y 16 al Escuela. Carlos Flores, jefe de la Sala de Quemados del Hospital Escuela, lamentó que la pólvora no solo produce quemaduras, sino también mutilaciones y amputaciones de manos.
![]() Un menor con quemaduras se recupera en el hospital Gabriela Alvarado de Danlí, El Paraíso.
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Agregó que por lo general los pacientes con quemaduras permanecen entre siete y diez días dependiendo del grado de afectación. El cirujano comentó que solo un niño afectado ha sido dado de alta.
Aarón Pineda, subdirector del Mario Rivas, aseguró que el número de quemados por pólvora sigue aumentando a pesar de las campañas que se hacen para que no sean usados estos artefactos.
San Manuel es el único municipio del Valle de Sula que autoriza la venta de pólvora. La alcaldía este año emitió 35 permisos a vendedores, en su mayoría foráneos, que comercializan todo tipo de artefactos.