Tela, Honduras.
La incontrolable destrucción a la cual es sometida la cordillera Nombre de Dios, donde se originan las fuentes de agua para este municipio, tiene preocupadas a las organizaciones ambientalistas y autoridades municipales que luchan para frenar el flagelo.
Una de las primeras acciones fue organizar un comité técnico para que coordine las actividades encaminadas a conservar el bosque y las fuentes de agua que nacen en la montaña.
De igual manera para proteger los parques Janeth Kawas Fernández, Punta Izopo y el refugio silvestre Texiguat, amenazados por la mano criminal del hombre.
Uno de los problemas que están afectando la zona es el cultivo de palma. “Hemos intentado en varias ocasiones frenar el daño y estamos esperando apoyo de Fusina para hacer una inspección en helicóptero. La tala por la siembra de esa planta es igual como que tengamos una nube de gorgojo, que en estos momentos destruye los pinares en otras regiones del país”, expresó el alcalde Mario Fuentes. Calificó de grave la situación que están enfrentando; aseguró que la siembra es ilegal.
“No podemos ir con policías municipales a intentar parar el daño. Las veces que los hemos hecho nos han ofrecido matarnos y nos han apuntado con armas de grueso calibre”, denunció.
El Gobierno les ha dado cierto apoyo, pero requieren más acción de las entidades responsables de proteger los recursos naturales. Fuentes explicó que hay más de 15 denuncias contra depredadores en la Fiscalía del Ambiente; sin embargo, estas están engavetadas.
Nelbin Bustamante, director de la fundación ambientalista Prolansate, manifestó su preocupación y pide más acción a las autoridades. “Urge proteger los parques y la montaña”. Similar problema se presenta en la montaña Mico Quemado en El Progreso, Santa Rita y El Negrito: centenares de árboles siguen cayendo por las motosierras.
La incontrolable destrucción a la cual es sometida la cordillera Nombre de Dios, donde se originan las fuentes de agua para este municipio, tiene preocupadas a las organizaciones ambientalistas y autoridades municipales que luchan para frenar el flagelo.
Una de las primeras acciones fue organizar un comité técnico para que coordine las actividades encaminadas a conservar el bosque y las fuentes de agua que nacen en la montaña.
De igual manera para proteger los parques Janeth Kawas Fernández, Punta Izopo y el refugio silvestre Texiguat, amenazados por la mano criminal del hombre.
Uno de los problemas que están afectando la zona es el cultivo de palma. “Hemos intentado en varias ocasiones frenar el daño y estamos esperando apoyo de Fusina para hacer una inspección en helicóptero. La tala por la siembra de esa planta es igual como que tengamos una nube de gorgojo, que en estos momentos destruye los pinares en otras regiones del país”, expresó el alcalde Mario Fuentes. Calificó de grave la situación que están enfrentando; aseguró que la siembra es ilegal.
“No podemos ir con policías municipales a intentar parar el daño. Las veces que los hemos hecho nos han ofrecido matarnos y nos han apuntado con armas de grueso calibre”, denunció.
El Gobierno les ha dado cierto apoyo, pero requieren más acción de las entidades responsables de proteger los recursos naturales. Fuentes explicó que hay más de 15 denuncias contra depredadores en la Fiscalía del Ambiente; sin embargo, estas están engavetadas.
Nelbin Bustamante, director de la fundación ambientalista Prolansate, manifestó su preocupación y pide más acción a las autoridades. “Urge proteger los parques y la montaña”. Similar problema se presenta en la montaña Mico Quemado en El Progreso, Santa Rita y El Negrito: centenares de árboles siguen cayendo por las motosierras.
