Desde 2021, cada voto que un ciudadano ejerza por cualquier partido político que participe en las elecciones generales de Honduras representa un valor monetario para las autoridades de los partidos.
La deuda política en Honduras representa una carga tributaria exageradamente elevada, considerando las carencias de un pueblo pobre. De acuerdo con cifras del Centro de Estudio para la Democracia (Cespad), en los últimos cuatro periodos de elecciones (2005 a 2017), el pueblo hondureño le ha pagado más de 500 millones de lempiras en concepto de deuda política a las instituciones políticas.
Mientras que el proceso electoral general de 2021 tuvo un valor de más de 195 millones de lempiras, según cifras oficiales.
En la Constitución hondureña, vigente desde 1982, se constituyó la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas, ahora Ley Electoral, en la que se creó la figura de la deuda política con la finalidad de que los partidos políticos recibieran fondos para financiar sus campañas. Se determinó en el artículo 82 de la ley anterior que “la deuda política es la contribución del Estado a los partidos políticos para el financiamiento del proceso electoral”.
Se especificó en el mismo artículo que se otorgará un valor monetario a cada voto válido que reciban en las elecciones generales, determinando que ningún partido recibirá menos del 15% del monto de la deuda asignada al partido con más votos, salvo que obtuviera menos de diez mil marcas.
No obstante, en mayo de 2021, el Congreso Nacional, bajo el decreto 35-2021, aprobó la nueva Ley Electoral en la que se derogó el 15% de deuda a partidos, estableciendo que ahora cada partido recibirá el monto por cada voto.
Cossette López, consejera presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), dijo que “la deuda política solo se da en elecciones generales. La deuda política siempre se ha pagado con el erario público”.
Precio por cada voto
Para determinar la deuda política de cada partido que participa en las elecciones generales, el Consejo Nacional Electoral establecerá un precio por cada voto y la cantidad total de sufragios se multiplicará por el precio de cada voto.
El CNE pasa la suma total a la Secretaría de Finanzas, institución que hace los desembolsos para cancelar esa deuda. Por ejemplo, para las elecciones de 2025, el CNE estableció un monto por voto de 43.25 lempiras.
Entonces, si un partido consigue 10,000 marcas, se multiplican 43.25 lempiras por los 10,000 votos, dando 432,500 lempiras, lo que significa que este sería el monto de la deuda política para esa institución.
Hay que aclarar que los 43.25 lempiras que se aprobaron como costo por voto no son vinculantes para el proceso electoral primario del 9 de marzo de 2025, pues en estos comicios no hay deuda política, y para las elecciones generales del mismo año habrá un nuevo costo, aseguró Cossette López.
Para el experto político Raúl Pineda Alvarado, “se le paga al partido porque la política se volvió un negocio, una actividad mercantil en Honduras y cualquiera que saque 5 o 10 mil votos tiene acceso a una fuerte cantidad de dinero que hace proliferar las instituciones políticas, desconociendo el hecho de que esto es el mayor daño a una democracia”.
Henry Rodríguez, jefe de la carrera de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, es de la opinión que “los partidos políticos son entes privados y no deberían estar siendo financiados por el Estado cada vez que hay elecciones; es como si pagáramos las planillas de los equipos de fútbol de la Liga Nacional”.