Mientras un grupo de jóvenes actores representaba la muerte y pasión de Cristo en el barrio Cabañas, otro participaba en la elaboración de alfombras con motivos religiosos en el barrio Barandillas.
Ello es una demostración de que los muchachos y muchachas no están ajenos al verdadero sentido de la Semana Santa, según dijo Alejandra Rivera, directora del cuadro teatral Cristo Rey, del barrio Cabañas.
Con la crucifixión en vivo, 'ayudamos a fortalecer nuestra espiritualidad y a compartir nuestras vidas con todos los cristianos que sufren, como los niños de la calle o las personas sumidas en las drogas y la prostitución, expresó.
A las siete de la mañana de ayer los jóvenes actores se reunieron en la iglesia Medalla Milagrosa para comenzar la celebración con una oración. Frente al templo representaron la primera estación donde Jesús es condenado a morir en la cruz.
Los participantes han tenido que vender baleadas y pastelitos para agenciarse los fondos con los cuales confeccionaron los trajes de las 25 personas que actuaron.
Son jóvenes sin más experiencia en la actuación que la adquirida por su propio esfuerzo y con la preparación espiritual brindada por las catequistas de la iglesia Medalla Milagrosa de la parroquia San José, dice Alejandra.
Los vecinos de Cabañas se apostaron en las aceras para ver el vía crucis en vivo, cuyas últimas cuatro estaciones también se escenificaron frente al templo parroquial.
Colorido
En la avenida Júnior del barrio Barandillas, se vivió de otra forma el Viernes Santos: jóvenes de las distintas pastorales de la iglesia Católica vistieron las calles con coloridas alfombras de aserrín. Cada una representaba una obra de arte con motivos que expresaban, de diferentes formas, el mensaje del Evangelio. El montaje de las alfombras comenzó el jueves por la noche.