05/12/2025
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El covid desató una crisis sin precedentes en el mercado laboral y en la economía

  • 10 marzo 2021 /

El desempleo en la población activa pasó de 5.57% a 9.39%. Economistas sugieren crear un subsidio para micro y pequeñas empresas afectadas por la pandemia.

SAN PEDRO SULA.

La pandemia del covid-19 ha generado una crisis humanitaria, social, económica y de salud sin precedentes. A un año de registrarse los primeros dos contagios, el país requiere de acciones concretas.

La economía nacional se contrajo en 2020 un 8.5% como efecto directo de la crisis, siendo los sectores de hoteles y restaurantes (47%), construcción privada (24.9%), transporte y almacenamiento (16.5%), industria manufacturera (15.2%), comercio (12.2%) y agro (5.9%) los más impactados, según un reporte del Banco Central.

Durante esta semana, el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (Iies-Unah), junto con otras oficinas de la máxima casa de estudios, está llevando a cabo el Congreso Virtual de Investigación Científica en Ciencias Económicas.

Claves
1- La Federación de Cámaras de Comercio de Centroamérica (Fecamco) llevó a cabo, a través de sus seis Cámaras de Comercio integrantes, una encuesta entre el 15 de enero al 28 de febrero de 2021, donde el 71% de las empresas indicaron que en relación con 2019 habían tenido pérdidas que ascienden a $321 millones, lo que significa que en promedio cada negocio dejó de percibir cerca de $415,000.
2- El 58% de las empresas afirmaron haber realizado despidos y/o suspensiones.

Salidas

Una de las ponencias estuvo a cargo de Cinthya Arteaga, docente e investigadora economista, quien planteó posibles políticas económicas que pueden hacer de cara a la crisis.

Entre las políticas laborales que pueden promover recomendó impulsar un subsidio a las pequeñas y medianas empresas afectadas, de los sectores manufactureros, agropecuarios, turismo y otros considerados prioritarios, de un 50% del salario mínimo por trabajador.

“Esta medida puede ser vista como muy costosa, por así decirlo, pero en términos del mediano plazo es beneficiosa, ya que se puede garantizar a esos hogares el que tengan una fuente de financiamiento”, dijo Arteaga.

63% de las empresas centroamericanas encuestadas semanas atrás por la Fecamco dijeron que implementarán el teletrabajo o home office durante el presente año.

Empresarios estiman que a causa de la pandemia se perdieron unos 150,000 empleos en 2020.

En tanto, una encuesta aplicada por el Iies reveló que a octubre pasado un 81.1% de las empresas de todos los tamaños reportaron caída en sus ventas. Ello se tradujo en que las empresas redujeran significativamente su capacidad de generar empleo.

Durante el período en mención, el 70% de las empresas no había contratado más mano de obra, según los resultados. “El desempleo en la población activa total pasó de 5.57% en 2019 a 9.39% en 2020; es decir, un aumento de 3.82 puntos porcentuales”, dijo Arteaga, citando cifras del Banco Mundial.

A nivel de política fiscal se debe crear un programa temporal de transferencias no condicionadas. Además, sugirieron reformular el presupuesto de la república, reasignando los recursos por el lado del gasto hacia los sectores más indispensables para atender la emergencia.

32% de las empresas en la región utilizaban herramientas de comercio electrónico antes de la pandemia. Con la crisis, más empresas se vieron en la necesidad de implementarlo.
Además, instaron por evitar recurrir al endeudamiento interno y externo, buscando las mejores condiciones concesionales en cuanto a tasas de interés, períodos de gracia y plazos. Sobre políticas crediticias, la académica recomendó no priorizar el acceso al crédito en moneda extranjera y la creación de un fondo de garantía especial para garantizar las carteras crediticias de los sectores productivos que han sido impactados de manera más significativa en la crisis derivada del covid.

En cuanto a políticas de inversión, la economista expuso sobre el fortalecimiento de los mercados para una pronta y ágil intermediación en la producción, fomentar la inversión productiva orientada a la generación de valor agregado y una revisión social de la productividad del sector eléctrico adecuándolo a una normativa.

“El sector eléctrico es el rubro que puede acelerar o articular la creación de empleos y la generación de inversión”, expresó Arteaga.