Las escenas son desgarradoras en la vela de los dos jóvenes que perecieron en el accidente del avión de Transportes Aéreos Centroamericanos, Taca, registrado el viernes a las 9.40 de la mañana en la colonia La Pradera, a pocos metros de Camosa, intercepción de la colonia San José de El Pedregal.
Josué Rolando Aguilar Núñez, de 21 años, un bachiller en Ciencias y Letras, y su amigo Gustavo Adolfo Tróchez, 21, que cursaba la carrera de Lenguas Extranjeras en la Unah, se conducían en un pick up Toyota Tacoma azul, cabina y media, con dirección a la residencial Las Uvas a realizar una diligencia. Cuando se encontraban en una fila en el carril que conduce de El Pedregal al centro de la capital, la pesada aeronave se salió de la pista y al caer los aplastó.
Los cuerpos quedaron atrapados en un amasijo de hierro debajo de la nave aérea, de donde fueron rescatados al filo de las ocho, después de una labor difícil de los elementos del Cuerpo de Bomberos y de otras instituciones de socorro.
Un doliente confió que Aguilar Núñez conducía el automotor y que invitó a Gustavo Adolfo, su amigo inseparable, a que lo acompañara a dejar unas bolsas de cemento a un proyecto de construcción que tienen sus progenitores en la colonia Las Uvas.
Unos 15 minutos más tarde se convirtieron en dos víctimas del infortunio.
Los cadáveres fueron ingresados en la morgue de Medicina Forense entre las diez y las once de la noche y a altas horas de la madrugada de ayer se los entregaron a los dolientes para su velatorio y posterior sepultura.
Consternación
Los restos mortales de Aguilar Núñez son velados en la funeraria San Miguel Arcángel de la colonia Alameda, y el de Tróchez, en la Gayoso, frente al parque El Obelisco, en Comayagüela.
Familiares y amigos lloran y lamentan el inesperado deceso de dos muchachos sanos, buenos amigos y con deseos de superación que aspiraban a convertirse en buenos profesionales.
De Aguilar Núñez se confirmó que cursó el bachillerato en el instituto San José de El Pedregal y que
Los parientes de Gustavo Adolfo Tróchez no se imaginaron los efectos de la tragedia del 390 de Taca.
Era hijo del matrimonio conformado por el señor Rolando Aguilar Colindres y doña Alba Luz Núñez.
Por su parte, a Gustavo Adolfo Tróchez sus parientes lo recuerdan como un muchacho dedicado a tiempo completo a sus estudios, ya que su afán era coronar su carrera y convertirse en un profesional.
Su tío, el teniente de bomberos Ángel Arturo Tróchez, relató que 'él era un muchacho aplicado a estudiar porque su idea principal era salir adelante y coronar una carrera, pero las cosas uno las pone y Dios dispone'.
Parientes, amigos y vecinos lloran la partida sin retorno de los malogrados y ruegan al Creador que los reciba en su morada.
Los restos mortales serán sepultados hoy en diferentes camposantos de la capital, después de un oficio religioso para rogar por el eterno descanso de sus almas. <
Restos del piloto ya están en El Salvador
Tegucigalpa. Las especulaciones sobran. La única persona que podría explicar lo que realmente sucedió en esos minutos de terror que vivieron los 124 pasajeros del vuelo 390 de Taca se ha marchado de este mundo terrenal. El capitán del fatídico vuelo, el salvadoreño César D’Antonio, no soportó las múltiples heridas que recibió en el percance y falleció camino al Hospital Escuela, donde recibiría atención médica.
Sus restos mortales permanecieron unas horas en la morgue capitalina, pero se corroboró que a las dos de la madrugada de ayer fueron trasladados en una nave pequeña al aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula.
Una vez en esa ciudad del norte del país, los restos de D’Antonio fueron enviados a la ciudad de San Salvador, El Salvador.
La llegada del cuerpo al aeropuerto militar de Ilopango, en el municipio del mismo nombre, se registró casi a las diez de la mañana, ya que el vuelo que lo conducía salió de San Pedro Sula a las 7.00 am, pero tuvo un retraso de hora y media.
El embajador de El Salvador acreditado en Honduras, Sigifredo Ochoa, comentó que desde que se dio cuenta del incidente, acudió al lugar del accidente para averiguar cuántos compatriotas venían en el avión. La información que obtuvo fue que el piloto y copiloto estaban heridos, al igual que una sobrecargo y dos pasajeros. 'Gestionamos todo para apoyar la repatriación del piloto oficial de la nave, César D’Antonio, que fue trasladado a las dos de la mañana a San San Pedro Sula, saliendo a las siete de la mañana en un vuelo privado hacia El Salvador, donde lo esperaban sus familiares y dolientes', confirmó Ochoa.
Los restos mortales de D’Antonio fueron velados ayer por sus amigos y dolientes en su país natal.
Cuerpo de esposa de embajador no ha sido reclamado
Tegucigalpa. El cuerpo de la esposa del embajador de Brasil, Jean Shantal Neele, quien pereció en el aparatoso accidente del avión A320 de Taca podrían ser retirados hoy de la morgue capitalina.
Y es que luego de casi 48 horas de haber fallecido, sus familiares no se han hecho presente a reclamar su cuerpo, ya que su esposo, el diplomático Bryan Michell Neele, resultó gravemente herido y se encuentra hospitalizado en el Medical Center. No obstante, el embajador de El Salvador en Honduras, Sigifredo Ochoa, dijo que un hijo de los diplomáticos podría llegar a las 7:00 de la noche de ayer, procedente de esa nación sudamericana, pero no se confirmó su arribo a Tegucigalpa. 'Lamentamos el deceso de la esposa del embajador de Brasil', detalló.
Hasta anoche, el cuerpo de Neele se encontraba en los cuartos fríos de la morgue a la espera de la autorización de un familiar para practicarle la autopsia y conocer así las causas de su muerte.