España manifestó ayer su cólera y su amargura, luego de los atentado con coche bomba perpetrado por ETA en el aeropuerto de Madrid que alejó la esperanza de paz en el país vasco.
Miles de manifestantes se reunieron en Madrid y en varias ciudades españolas para protestar contra “los asesinos” de ETA, pero también para reclamar la renuncia del jefe del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Los bomberos y fuerzas de seguridad seguían tratando de hallar a dos ecuatorianos dados por desaparecidos entre los escombros del aparcamiento de la terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, destruido en parte tras la detonación del coche bomba con varios cientos de kilos de explosivos.
Llamadas anóminas
La prensa española acusó casi unánimemente a la organización independentista armada vasca ETA, que reivindicó el atentado en varias llamadas anónimas, de haber “dinamitado” el proceso de paz.
ETA rompió el alto el fuego anunciado en marzo, que había abierto la puerta a la esperanza de poner fin a la violencia en el País Vasco y desafió a Zapatero, impulsor de negociaciones con la organización, señalaron la mayoría de los medios.
El jefe del gobierno anunció el sábado la “suspensión” de estas negociaciones sin hablar de una ruptura del proceso de paz, una actitud que fue duramente criticada por la oposición conservadora, que le pidió “poner fin a todo contacto” con ETA, considerada responsable de la muerte de 850 personas en 38 años de violencia.
Únicos responsables
“ETA es la única responsable de la ruptura de la tregua”, declaró ayer el presidente del Partido Nacionalista Vasco en el poder en esta región, al tiempo que criticó la actitud de Arnaldo Otegi, líder del partido ilegalizado Batasuna, considerado el brazo político de ETA.
Otegi se negó el sábado a condenar el atentado y atribuyó al gobierno los recientes bloqueos en las negociaciones, aunque al igual que Zapatero, se abstuvo de dar por interrumpido el proceso de paz.
El atentado sorprendió al gobierno español. Se espera la publicación de un comunicado de ETA que lo explique en los próximos días, dijeron medios independentistas.
Pero aunque la organización haya querido dar una advertencia al gobierno de Zapatero, tendrá dificultades en explicar la potencia de la bomba, que podría haber matado a los dos ecuatorianos, convirtiéndolos así en las primeras dos víctimas de ETA desde mayo de 2003, subrayaron las fuentes.