El primer revés serio del tercer gobierno del primer ministro italiano Silvio Berlusconi llegó desde un lugar inesperado: el dormitorio conyugal.
Su segunda esposa y primera dama, Verónica Lario, criticó agriamente la forma de hacer política de su marido, y señaló que es 'machista' y propia de un 'emperador'.
Lario dijo que utilizar a coristas, actrices y concursantes de 'Gran Hermano' para renovar la imagen del partido con vistas a las elecciones europeas es una 'vergüenza impúdica'. Ex actriz y corista, Lario confiesa que esa política la hace 'sufrir' a ella y a sus hijos, que son 'víctimas de toda esa basura machista'. El ataque de Lario, que ya en 2007 reprendió a su marido por coquetear con Mara Carfagna, actual ministra de Igualdad de Oportunidades, causó alboroto en Italia y en Polonia, donde Berlusconi se encontraba de visita.
Él decidió retirar a la gran mayoría de las 'bellezas' que pensaba incluir en las listas de candidatas de su partido, el conservador Pueblo de la Libertad, PDL, a las próximas elecciones europeas.
Escándalos mediáticos
Los diarios italianos La Stampa y La Repubblica, publicaron una llamada de Berlusconi a algunos miembros de su partido para replantearse la presencia de las conocidas en Italia como 'veline' en sus listas.
'Está bien, párenlo todo. Quiten esos nombres, sustitúyanlos y después mándenme las listas para el ‘ok’ definitivo', dijo por teléfono en unas declaraciones que reproduce La Repubblica. Berlusconi aseguró que esas críticas de su esposa son fruto de una maniobra de 'la prensa de izquierda y de la oposición' de su país. Según La Stampa, de las 25 bellas jóvenes que estaban previstas para las elecciones, que se celebrarán en Italia el 6 y 7 de junio, ahora quedan sólo tres: Lara Comi, Licia Ronzulli y Barbara Matera. Según La Stampa, atrás quedaron cantantes, actrices y protagonistas de ‘realitis’.
La esposa del Jefe de Gobierno, que suele evitar todo acto público, atacó hace dos años en una carta abierta a su marido por los chistes vulgares y coqueteos públicos.
La disputa se cerró con las disculpas públicas de Berlusconi, pero el rencor de la esposa no se agotó, más cuando se enteró de que su marido acudió a la fiesta de una jovencita que festejó sus 18 años.
'Me ha sorprendido mucho. Sobre todo porque nunca asiste a las fiestas por los 18 años de sus hijos, pese a estar invitado', lamentó.