Los pobladores de Azacualpa se sumaron a los muchos hondureños en diferentes puntos del país que se unieron para hacer de estas elecciones una muestra de transparencia mundial.
Las calles de este municipio fueron testigos mudos de los pasos que llevaron a los pobladores hasta las urnas a elegir el próximo mandatario del país.
La escuela Lempira y la aldea Joconales fueron los puntos de encuentro para casi 13,500 electores.
Gracias al orden y disciplina con las que se dio el proceso no se reportaron incidentes ni al inicio ni al final del proceso.
Una vez más demostraron que creen en la democracia.
