Escena. La alteración de la escena original en la muerte del universitario ha retrasado los avances en las investigaciones, por ello la reconstrucción balística y otras pruebas científicas buscan corroborar las versiones que han dado los implicados en el caso.
Pruebas. Pocos elementos ha aportado la absorción atómica. Las aplicadas a la víctima, como a cinco de los implicados, no dio aportes significativos en el caso, porque las mismas dieron negativo. Esta prueba no es categórica para el proceso.
Reconstrucción. Balística ha sido determinante para orientar a los investigadores sobre el comportamiento del proyectil. Ver el orificio de entrada, la trayectoria, velocidad, orificio de salida, y si fue un disparo a contacto, a corta distancia o a mayor distancia.
ADN. Se hizo un muestreo de la víctima y los implicados. Se busca determinar en la muestra de sangre que se tomó de las uñas de Carlos Collier, de quién es la sangre encontrada, y para ello se hace un cotejamiento genético.
Heridas. La evaluación efectuada a José Carlos Zamora es clave, uno de los dedos de la mano izquierda presenta una herida por arma de fuego. Sus defensores aseguran que es una herida que se hizo el 2 de octubre, cuando probaba el arma que Carlos Collier portaba.
Testimonios. Son cinco los testigos que propuso el Ministerio Público en el caso. Cada uno relata cómo se enteran de la muerte del joven, quién informó y cuáles fueron las primeras versiones que dieron los implicados en el caso.
Homicidio. La autopsia fue clara para establecer desde un inicio de las investigaciones que la muerte del universitario fue un homicidio y no un suicidio, como se informó al inicio del caso. La trayectoria de las balas determinó que un suicidio no era posible en ese hecho.
Fiscalía. Luminol es la prueba a aplicar esta semana en el carro en que se conducía Collier y donde aseguran que murió, así como en la casa de Elías Tauffic Chaín, lugar adonde departía el joven antes de morir.
