La Secretaría de Seguridad y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, Jica, promovieron una jornada de capacitación durante cinco días en Tegucigalpa y esta ciudad.
Participaron 20 elementos policiales y se desarrolló bajo el modelo japonés de policía comunitaria “Koban”, una filosofía de seguridad colectiva que funciona en Japón.
Por medio de esta capacitación el agente policial asume el problema de la ciudadanía como propio.
La jornada
Dentro de un plan Koban, un grupo de tres policías atiende directamente a una comunidad en un perímetro de 2.2 kilómetros, con el fin de acrecentar la interacción entre la policía y los vecinos.
El subcomisario Luis Osavas afirmó que uno de los ejes de la jornada es ayudar a la ciudadanía y responder a sus necesidades.
Centros pilotos
“Seremos verdaderos agentes de cambio cuando actuemos con base a las necesidades de la misma comunidad, ese es el propósito, adentrarse a los problemas que demanda la ciudadanía en el tema de seguridad”, manifestó Osavas.
Parte de la páctica incluyó la aplicación de una encuesta para conocer la opinión de la población.
A nivel nacional el proyecto cuenta con bases policiales pilotos en las colonias Flor del Campo en Tegucigalpa y Río Blanco en San Pedro Sula, donde los policías capacitados buscan prevenir la delincuencia y trabajar de la mano con la ciudadanía.