El proyecto ecológico Campisa es un refugio de vida silvestre orgullo para San Pedro Sula.
La zona donde se ubica este paradisíaco lugar es para uso residencial de baja densidad. En la parte alta de esa montaña se puede construir, pero sólo es permitido ocupar el 10 por ciento del lote.
El gerente general de Campisa, Roberto Flores Gómez, señala que la pretensión es construir tres etapas en 250 manzanas de terreno, pero se está dejando un 42 por ciento para áreas verdes, equivalente a 100 manzanas.
“Tenemos un humedal y un corredor biológico y por ello debemos dejar suficiente área verde, pues las especies necesitan tener acceso a la fuente de agua”.
Flores indicó que todo está debidamente planificado y las áreas verdes están interconectadas a través de senderos que bajan de la montaña.
Los residentes de todas las edades y empleados de Campisa conocen el manejo de la basura, la cual se clasifica.
“Hicimos estudios biológicos, inventarios y luego diseñamos el plan maestro”.
Sin embargo, para los creadores del proyecto no fue fácil concretarlo porque tuvieron que obtener una licencia ambiental por cada etapa; les exigieron un plan de medidas de mitigación y otro de manejo ambiental.
“El plan de manejo está dividido en cinco áreas que hacen peculiar el proyecto ecológico”, explicó Flores.
La basura
El área número tres del plan de manejo es el reciclaje y el manejo de desechos sólidos.
Se separan tres tipos: los desechos orgánicos transformados en abono y depositados en barriles con tapadera verde; el papel se deposita en barriles amarillos y el metal, el vidrio y el plástico son colocados en depósitos rojos.
Estos materiales se venden y lo recaudado es manejado por los albañiles. Con los fondos ya se habilitó una glorieta.
Diversidad
El cuarto aspecto que exige el plan de manejo es el inventario biológico ambiental.
Se toman fotografías de los animales existentes, se estudia la flora y fauna y eso se comunica a los residentes y visitantes para que conozcan las especies.
Hay intercambio de información con el Instituto Interamericano de Biodiversidad.
En el programa de investigación de los aspectos biológicos también se estudia la temperatura, cuánto llueve y qué animales aparecen.
En Campisa se han liberado patos, puercoespines, monos, pizotes y tortugas.
15 inspectores ambientales
A finales de julio se graduaron 15 personas como inspectores y supervisores ambientales; el curso fue avalado por la División Municipal Ambiental, Dima.
La capacitación estaba enfocada en cómo trabajar utilizando correctamente la guía ambiental de construcción del municipio de San Pedro Sula.
Se capacitará a albañiles para que conozcan más sobre el ambiente.
