21/05/2025
03:18 PM

Campesinos sin crédito cultivan sólo para consumo

Encarnación Lara limpia el sudor de su frente y observa con cierto desánimo la pequeña parcela que cultiva en la comunidad de Consonlaca. Su rostro no sólo refleja preocupación por no tener el presupuesto para sembrar las tres o cuatro manzanas de tierra a las que está acostumbrado, y que ahora la inflación y la carestía de los insumos obligan a reducir a dos manzanas.

    Encarnación Lara limpia el sudor de su frente y observa con cierto desánimo la pequeña parcela que cultiva en la comunidad de Consonlaca. Su rostro no sólo refleja preocupación por no tener el presupuesto para sembrar las tres o cuatro manzanas de tierra a las que está acostumbrado, y que ahora la inflación y la carestía de los insumos obligan a reducir a dos manzanas.

    La molestia de este hombre se incrementa por la imposibilidad de aprovechar el acceso a los créditos que el Gobierno publicita con bombos y platillos. “Para paliar el golpe de los altos precios de la urea y el fertilizante busqué apoyo en Banadesa. Fui en dos ocasiones a la agencia que se ubica en Gracias, Lempira, pero salí decepcionado. No encontré respuesta. Me pidieron la escritura de la tierra y la llevé, fui otra vez y me dijeron que mejor regresara después. Al final entendí que no tienen voluntad de ayudar. A uno, que es pobre, no le ayudan. Hay que tener cuello para que le den el pisto”, afirma al atender al equipo de trabajo de LA PRENSA.

    Lempira es el departamento más pobre del país y donde se supone que se centralizan los esfuerzos gubernamentales a través de varios programas en los campos social y económico para apoyar a sus 28 municipios y elevar el índice de desarrollo humano. Sin embargo, la cruda realidad contrasta, ya que el hambre campea y afecta a siete de cada diez niños cuyas historias han ocupado las páginas de los principales medios de comunicación la semana pasada.

    Los productores de Lempira creyeron que la periodista Xiomara Orellana era la encargada de anotar en la lista a los beneficiarios de la ayuda.

    Los productores de Lempira creyeron que la periodista Xiomara Orellana era la encargada de anotar en la lista a los beneficiarios de la ayuda.

    En Consonlaca es fácil encontrar historias similares a las de Encarnación, quien para poder acceder a algo de crédito tuvo que apoyarse en una caja rural. “Me consiguieron cinco mil lempiras para cultivar y poder cosechar unos 54 quintales de maíz, de los cuales dejaré para mi familia unos 36, y el resto, si todo sale bien, lo venderé a coyotes”, quienes son los que al final lo comercian en los mercados de Santa Rosa de Copán o Gracias, Lempira.

    Metas

    Esa realidad hace que la proyección de producción contrarie a la del Gobierno. Mientras se anuncia que se incrementará la producción nacional a 23 millones de quintales, los agricultores de Lempira señalan que por los problemas de acceso a crédito, la producción en las zonas más aptas ni siquiera se mantendrá.

    El acceso limitado a la tierra se suma para hacer aún más complicado el panorama de la producción de maíz, frijol y arroz. Para conocer otras experiencias nos desplazamos hasta Villaverde, que se ubica en las faldas del Celaque. Ahí los campesinos piensan que este año la cosecha será buena, aunque algunos de ellos pagarán 500 lempiras de alquiler por la tarea de tierra. Eso les molesta demasiado porque lo importante es que tendrán para comer.

    Las ong
    Seguimos a Nueva Esperanza, una aldea del municipio de La Campa. Visión Mundial es una de las organizaciones que ha contribuido para lograr que los productores tengan acceso a créditos para producir la tierra. “Aquí si no sembramos del 25 de mayo al 15 de junio no tenemos cosecha, gracias a Dios nos ayudaron en la caja rural porque en los bancos nos piden títulos de propiedad y no tenemos. Nos hemos acostumbrado a estar así porque aquí las tierras han sido libres, no hemos hecho trámites legales”, manifestó Bartolomé Valentín.

    La falta de documentación complica las posibilidades para ser elegibles a un crédito, aunque Banadesa afirma que hay fondos y que solamente el productor debe cumplir mínimos requisitos.
    Nelson Martínez, de Visión Mundial, explica que además de la asistencia técnica que esta organización brinda a los productores hay fondos disponibles para que se logre la producción esperada. “Los altos costos en los insumos han generado preocupación y por eso estamos apoyando para que se tengan los fondos y el productor no deje de sacar su cosecha”, afirmó.

    Al igual que Visión Mundial, la Comisión de Acción Social Menonita, Casm, Ocdih, Fedecoh, Pilarh y otras organizaciones habilitan los préstamos para que no falten los insumos y se logre cosechar maíz, frijol y arroz en Lempira. La zona Sur de este departamento también trabaja la tierra y se prepara para abastecer de granos a Honduras.

    En medio de la frustración que hombres y mujeres sienten, los lencas toman fuerza y buscan cómo comprometer la cosecha y por lo menos asegurar que en casa no falte la tortilla y el frijol como alimento para sus familias, aquí ya no se da la idea de comercializar porque saben que lo que se producirá será poco y lo que se coseche será para consumo propio.

    Aún con ese apoyo, la preocupación se evidencia en los rostros de los campesinos porque no están cultivando la cantidad de tierra que esperaban, apenas dos tareas han sido sembradas en el caso de la familia Valentín y esto apenas será para su consumo, mas no para la venta. Qué se va a hacer? Tenemos que conformarnos con tener el bocado seguro, al final, el coyote es el que se lleva lo que sembramos, ellos ponen el precio y nosotros sólo lo vendemos”, afirmó.

    'Sólo 6 comunidades de las 65 de la zona chortí recibieron el bono, la mayoría quedó fuera del beneficio”.

    Norberto Sánchez
    Campesino de San Rafael, Copán

    Reacciones

    Chortis afirman que el bono es una mentira
    Las reacciones ante la primera de la serie sobre la situación del agro no se dejaron sentir y los representantes de la etnia chortí elevaron su voz para reafirmar que sus comunidades no fueron beneficiarias de este programa de Gobierno.

    Estos pueblos que por años se mantienen marginados de la atención nuevamente externaron que las reuniones para asegurar el beneficio no sirvieron de nada y que todo quedó en el aire. “Estuvimos en reuniones con el presidente Manuel Zelaya en la Casa Presidencial y con el viceministro de la Secretaria de Agricultura y Ganadera, SAG, donde se comprometieron con los presidentes de los pueblos indígenas del país para que cada población sacara un censo de los jefes de familia para entregar el bono tecnológico” afirmo Manuel Mancía, consejero mayor de la etnia chortí en el país.

    Explica Mancía que ellos cumplieron con presentar los listados pero de nada les sirvió. “Entregamos los listados y hasta la fecha no hay nada, no nos han cumplido nada. Anotamos cinco mil personas, es decir cinco mil bonos, pensábamos que iba a venir el bono a paliar las necesidades pero ahora comprendemos que esto es una mentira”, afirmó el líder.

    Pero esta parte de la historia sólo refleja el malestar de un pueblo cansado de promesas y con múltiples necesidades. Su mayor preocupación radica en los cultivos para asegurar su alimentación, pero con la no inclusión de estos pueblos piensan que sólo Dios podrá ayudarles ante la hambruna que vivirán.

    “El bono tecnológico no llegó, ni va a llegar porque más parece político, no lo asignan directamente a las personas o familias que más lo necesitan, es una mentira, eso nunca llega a la gente más pobre”, reaccionó resignado el líder del pueblo chortí en Santa Rita Copán, Óscar Acosta.

    Su comunidad Tegucigalpita vive en carne propia la indiferencia de los responsables del bono y él asegura que son muchos los productores que cifraban sus esperanzas en esta ayuda que al final se hizo humo. “Se quedaron unos 75 productores sin el bono, todo se quedó en el aire, aquí sólo nos quedan las promesas”, apuntó Acosta.

    “Eso no cubre nada, sólo es por taparle el ojo al macho, todos tenemos derechos y el beneficio debió darse a todas las comunidades”, finalizó.

    Cifra

    7 paquetes
    De la población chortí fue beneficiada con el bono tecnológico.

    Preguntas más frecuentes

    ¿Por qué los agricultores no tienen acceso a créditos para sus tierras?
    El principal problema es la garantía de pago. Los bancos quieren asegurar el retorno del dinero a sus arcas, pero el agricultor no tiene cómo garantizar eso.

    ¿Los agricultores no tienen garantías? ¿y no tienen sus tierras como tales?
    Muy pocos agricultores tienen escrituras de los terrenos en los que trabajan. Los problemas para titular tierras en el país los tienen maniatados.

    ¿Cómo obtener ayuda monetaria si no se tienen garantías para ello?
    Muchos campesinos han encontrando en las cajas rurales o en las organizaciones campesinas una forma de lograr la ayuda que so los no pueden conseguir.

    ¿Tiene el departamento la infraestructura para secar y almacenar granos?

    No. Al igual que la mayoría de los departamentos del país, Lempira no tiene la capacidad en instalaciones y bodegas para manejar el grano que produce.

    ¿Qué pasa con el estado de las carreteras para sacar la producción?
    Las carreteras permanecen en mal estado y con la llegada de las lluvias se deterioran aún más, por lo que comercializar las cosechas no es fácil.