Calles insalubres y en mal estado, parques descuidados, solares baldíos sucios, edificios abandonados, chatarra por doquier y la sobrepoblación en los bordos son la otra cara de la capital industrial.
Proyectos como la reubicación de unas 12 mil familias que habitan en los bordos y la limpieza de 35 mil solares baldíos fracasaron, las autoridades dicen que por problema de presupuesto, pero los sampedranos creen que fue negligencia.
Al inicio de la administración del alcalde Óscar Kilgore, los parques, bulevares y calles lucían nítidas. Ahora, la percepción es diferente porque muchos sampedranos recuerdan que la ciudad era famosa por sus atractivos y áreas verdes cuidadas.
Juana Almendárez, una sampedrana, lamenta el descuido de las autoridades en la ciudad. “El factor político contribuyó cuando las autoridades actuales perdieron las elecciones se dedicaron a otros menesteres, hoy las esperanzas están en la corporación entrante, deben trabajar en los cuatro años y no sólo al inicio del gobierno”.
“Estamos mal”
El vicealcalde Osmín Bautista acepta que la ciudad no tiene “una buena cara”. “Los espacios de áreas verdes -que son muy pocos- se deben recuperar”.
“Mantener limpios los bulevares es un reto que debe continuar la próxima corporación”, dijo.
Bautista indicó que los bordos son zonas de alto riesgo y de preservación natural de las riberas de los ríos y es necesario continuar con el proyecto. “Lamentable, la actual corporación no lo concretó”.
“Nosotros no pudimos implementar la obra, la cual nació de un estudio realizado por la unidad ejecutora del Banco Interamericano de Desarrollo donde se determinó que más de 12 mil familias en áreas de alto riesgo sean reubicadas”.
Los ríos Blanco, Bermejo y Piedras están afectados, los estudios ya quedaron elaborados y urge recuperar estos sitios.
Indicó que no pueden hacerse los ciegos ante la situación que atraviesa la ciudad y se agudizó con la deficiente recolección de los desechos sólidos. “Definitivamente, esto es un punto negro en la visión que teníamos de la ciudad”.
San Pedro Sula tiene pocos parques y están descuidados; sin embargo, otros problemas más graves hacen que el ornato sea relegado a segundo plano. “La ornamentación de la ciudad comienza por reordenar el tráfico y la cantidad de vendedores ambulantes que hay en la ciudad”.
Es primordial atender la recolección de los desechos sólidos y el tráfico vehicular en el centro de la ciudad. “Esto genera congestionamiento innecesario, hay tantas vías que no son utilizadas por la falta de conciencia en el sampedrano y otras por el mismo desorden”, expresó Bautista.
Las calles adyacentes al mercado Medina Concepción se encuentran intransitables.
En San Pedro Sula, se registraron 35 mil solares baldíos en 2002. La administración Kilgore implementó un programa de limpieza en toda la ciudad, pero sólo duró tres meses.
Los trabajos se cargaban en las facturas de bienes inmuebles a los propietarios de los solares sucios, pero, según las autoridades, éstos pagaban hasta uno o dos años después. “El solar vuelve a tener maleza a los dos meses y entonces se entra en un ciclo, los propietarios no pagan y eso descapitaliza por ello se suspendió”.
Sin presupuesto
La oficina de servicios municipales operó con seis millones de lempiras mensuales, según la jefe de la dependencia, Xiomara Ramírez. “Las alcaldías no dan la importancia debida a esta gerencia, a la cara de la ciudad, la cual debe estar en primer lugar”.
“Se ha tratado de manejar bien los parques y bulevares pero por falta de equipo y personas no se le da el mantenimiento adecuado; también las lluvias han colaborado a que los matorrales crezcan y eso afea la ciudad”.
Los únicos logros en materia de desechos son: colocación de la báscula en el relleno sanitario, edificación de oficinas administrativas en El Ocotillo, reparación de algunos tractores que hoy son municipales y la construcción del muro perimetral.
Otro problema lo representan los cementerios públicos, donde ya no hay espacio para enterrar cadáveres.
Parques y bulevares
400 empleados son los que trabajan en esta dependencia. Un número muy por debajo de las necesidades, según la jefa del departamento de Parques y Bulevares, Itza Giselle Chávez.
“Nos vimos obligados a priorizar los lugares a los que se les daría mantenimiento porque sabemos que no podíamos salir con todo”.
Muchos de los parques han sido abandonados, al igual que las medianas de los bulevares, donde hace años florecían arbustos que engalanaban el paisaje sampedrano.
El departamento le da asistencia a 12 parques: tres en Chamelecón, Rivera Hernández, colonia Trejo, Altiplano, Las Palmas, Río Blanco, Country, Medina, San José Cinco y el parque Central.
Otros lugares a los que dan mantenimiento es el área verde de la colonia El Limonar, las plazas como el monumento a la Madre y otras. “Los chapeadores se demoran cuatro días en limpiar un bulevar y el mantenimiento se le da cada 20 ó 30 días”. Sólo hay 11 chapeadores para toda la ciudad.
Explicó que al inicio de la gestión Kilgore había 45 empleados y logística suficiente para movilizar las cuadrillas, por lo tanto el ingreso de multas por concepto de limpieza de solares baldíos era mayor.
Actualmente la unidad de mantenimiento tiene 14 empleados, de los cuales 11 son chapeadores. Cruz manifestó que el resto fue despedido por “decisiones superiores”, desconocen porqué.
La alcaldía cobra una tasa por servicios públicos indirectos que presta ha los sampedranos, y que están establecidos en el plan de arbitrios municipal, entre ellos, se encuentran el aseo y ornato de parque, áreas verdes y sitios de esparcimiento. Incluyen también el mantenimiento de parques, áreas verdes y cementerios. Ninguno de estos servicios se prestó eficientemente en el último año de gobierno.
Los puntos negros de la actual administración
1. Canceló el contrato de concesión de recolección de basura y no tuvo la capacidad de prestar el servicio.
2. No hubo presupuesto para el mantenimiento de parque y bulevares.
3. Despidió a los empleados de limpieza por falta de presupuesto.
4. No invirtió en el ornato de la ciudad.
5. No ejerció control en los mercados de la ciudad.
6. No ejecutó la ordenanza sobre los solares baldíos.
7. En el último año de Gobierno se descuidó por completo el ornato.
8. Nunca ejecutó el programa de reubicación de familias de los bordos.
La propuesta de Padilla Sunseri
“Dentro del plan de los cien días el ornato es uno de los temas que hemos considerado. He visto el descuido de la ciudad y vamos a tomar acción de una manera transparente. No vamos a trabajar con microempresas porque éstas eran contratos dados a cientos de personas, las cuales no se pueden controlar; se habló de 500 microempresarios chapeando y limpiando la ciudad. Queremos, bajo el concepto de participación ciudadana, involucrar a la empresa privada para el mantenimiento de ciertos bulevares, como al club de jardinería. Garantizaremos los servicios públicos una de las aspiraciones es que en 90 días se anuncie los días en los cuales va a pasar el tren de aseo y las colonias.
Lo de la concesión de la basura está todavía incierto por lo que estamos preparados para enfrentar lo que venga. Hay más de 50 botaderos clandestinos y estamos investigando si realmente se hacen los cobros en el relleno sanitario porque eso le quita incentivos a muchas personas para llevar la basura al crematorio.
Los bordos de los ríos siguen invadidos, también fracasó el proyecto de reubicación de unas 12 mil familias.
Además, la alcaldía tiene 200 manzanas en el sector de El Carmen, antes de llegar a El Ocotillo, y allí se hará un parque para todos los sampedranos, se debe pavimentar el acceso, pero vale la pena porque es uno de los accesos de San Pedro Sula. Pretendemos inaugurar un parque ecológico donde está el vivero, en mi primer año de gestión”.
San Pedro Sula lucirá una cara bonita. Es una enorme oportunidad, hablamos con la gente que reside en los bordos y ellos están dispuestos a moverse si se les garantiza un pedazo de tierra.
La alcaldía todavía tiene terrenos, tuvimos un acercamiento con la Comisión de Acción Social Menonita para movilizar a estas personas dando soluciones.
Hay bordos que se pueden recuperar fácilmente. Todo será en la medida que haya voluntad y una vez recuperado el bordo se mantiene vigilancia y se hacen parques lineales, incluso vías alternas de comunicación.
Hay colonias que fueron afectadas por una ordenanza no edificando, pero hoy pueden ser legalizadas. Nosotros reubicaremos el bordo informal, que son los que representan riesgo”, se comprometió el alcalde electo, Rodolfo Padilla Sunseri.
Cifras
1,000
Lempiras
Mensuales deben pagar los propietarios de las casas abandonadas o deterioradas en zonas residenciales. En SPS hay decenas.
2,000
Lempiras
Mensuales deben pagar los dueños de predios baldíos urbanos que estén enmontados. La multa debe ser pagada a la tesorería.
Alcaldía no trabajó en proteger El Cusuco
Los avances en el manejo del parque nacional Cusuco durante 2005 fueron pocos. La única labor realizada fue la reparación de algunos senderos. La responsabilidad estaba a cargo de tres municipalidades que comparten geográficamente el parque nacional: San Pedro Sula, Quimistán y Omoa.
La mancomunidad cumplió en julio un año de haber firmado el contrato de comanejo, pero ante el descuido y la negligencia la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal, Cohdefor, decidió dar por disuelto el acuerdo. La alcaldía sampedrana, a través de Dima, era la encargada de cuidar la zona, uno de los atractivos naturales de la ciudad, pero no fue así. Por ello, en aras de proteger el parque, conservar los recursos ambientales y buscar una alternativa en conjunto, la AFE-Cohdefor realizó un taller el 22 y 23 de septiembre donde se convocó a más de 40 instituciones, de la montaña El Merendón y las alcaldías de Omoa, Quimistán y Santa Bárbara.
A ocho meses de haberse disuelto el convenio todavía no se sabe quién es el encargado de manejar El Cusuco. “Lo que está claro es que aunque el co-manejo no funcionó, las municipalidades de San Pedro Sula, Quimistán y Omoa no pueden ser separadas del proceso”, dijo el jefe de Cohdefor, Emilio Esbeih.
Los principales flagelos que afectan al parque nacional son la plaga del gorgojo de pino y la erosión por la agricultura. Además, muchas familias amenazan cada vez más el entorno natural de la zona protegida.