San Pedro Sula, Honduras.
Los granos de cafés especiales, cultivados a más de mil metros de altura, representaron una producción total de 1.4 millones de quintales en la cosecha 2016-17 que acaba de terminar, esto refleja un crecimiento significativo en comparación a otros ciclos, dijo Armando Zelaya, gerente del Instituto Hondureño de Café (Ihcafé) en San Pedro Sula.
Se estima que las ventas del grano gourmet, que tiene un precio por quintal hasta 40 dólares más caro que el comercial, generaron ingresos superiores a los 250 millones de dólares.
La demanda de café exótico de sabores frutales y cítricos ha aumentado en el mercado internacional y también nacional.
Los consumidores hondureños se han vuelto más exigentes con la calidad, procesos de producción y con la preparación de las bebidas que ofrecen las distintas cafeterías.
En los últimos cinco años se ha despertado un boom por las tiendas de café gourmet que ofrecen una variedad de bebidas y de artículos representativos de una determinada región caficultora o una finca.
Se estima que el 90% de los más de 200 establecimientos especializados en
grano de alta calidad y de sabores únicos pertenecen a
cafetaleros, quienes está teniendo una importante evolución al pasar de cultivar el grano para exportarlo a prepararlo y tostarlo para venderlo en sus propios locales.
Estas tiendas, que comenzaron a surgir en el interior del país, en las zonas productoras, ofrecen experiencias únicas para los consumidores, ya que además de degustar una buena taza de café conocen los procesos de cultivo de donde se obtuvo el grano que están ingiriendo, contó Jorge Lanza, presidente de la Asociación Nacional de Cafetaleros de Honduras (Anacafeh) y directivo del Ihcafé.
Rony Gámez, experto en cafés especiales, catador y juez nacional e internacional de Taza de Excelencia, dijo que la mayoría de las tiendas estas están en San Pedro Sula y Tegucigalpa; pero también ha habido un auge importante en el interior del país: Santa Bárbara, Copán, Gracias, Lempira, y La Paz.
“Los productores han comenzado a notar que al darle un valor agregado a su producto obtienen mayor rentabilidad, es por eso que procesan su café para abrir sus propias tiendas o lo empacan para distribuirlo en las cadena de supermercados”, declaró Gámez.
Agregó que
Honduras lidera a nivel mundial la transformación de recolectar, cultivar y procesar los
cafés de alta calidad.
Incluso, detrás de los mostradores de las tiendas hay personas especializadas en catación y barismo.
El Ihcafé y otros grupos privados han abierto escuelas para preparar a estos profesionales de las bebidas que hacen mucho más que mezclar leche y café, se convierten en verdaderos artistas que crean obras de arte con la espátula y la espuma.
Gámez calcula que en el país hay cerca de 150 catadores y unos 100 baristas, y el número va en ascenso porque cada vez son más las personas que quieren formar parte de este mundo de aromas y sabores.
“Las cafeterías no solo venden café, sino toda una experiencia para los consumidores, incluso hay quienes hasta incluyen recorridos por las fincas o show de barismo. No es solo echar café en la taza, es vender la historia de cómo llegó ahí esa bebida”.
Cafeterías
Mirko Cuculiza, productor de café y dueño de Cafetano, dijo que decidió abrir su tienda en busca de obtener mejores ganancias y evitar estar expuestos a las constantes fluctuaciones del precio del mercado internacional.
Agregó que industrializar el café deja un rendimiento económico ocho veces mayor que venderlo por quintal en el mercado local.
Cuculiza decidió abrir una fábrica, laboratorio de catación y tienda de café en Tegucigalpa.
La aceptación de Cafetano ha sido tan buena que han decidido franquiciar el negocio para poder ampliarlo a nivel nacional. “La idea es que todo el café que venda la cadena de tiendas salga de nuestra finca. Actualmente tenemos 30 manzanas, pero estamos buscando incrementar esa cifra. El próximo año el 30% de la producción de nuestras fincas lo usaremos para abastecer la demanda de las tiendas de Cafetano, el resto se exportará. Esperamos que un día todo se quede aquí”, detalló.
Juan Ángel Welchez, uno de los dueños de Welchez Café y productor de café, contó que hace 20 años comenzaron con sus primeros esfuerzos para producir café; pero fue hasta 1998 que incursionaron con su primera cafetería en Copán. Cuentan con tres tiendas y esperan abrir una cuarta, la segunda en San Pedro Sula. Terencio Villafranca, supervisor regional de SiguaCoffee, dijo que el primer local que abrieron fue en Siguatepeque y ahora ya están en operando en San Pedro Sula y Tegucigalpa, en total son nueve puestos.
SiguaCoffee ya tiene una sucursal en Estados Unidos, adonde vive su fundador.
Rentabilidad
Omar Fúnez, gerente técnico del Ihcafé, dijo que “la integración vertical de la cadena de comercialización del café y la generación de mayor valor agregado asegura mejores ingresos a los productores. Tal es el caso de las cafeterías”, apuntó.
Añadió que cada día hay más productores emprendedores que registran sus propias marcas de café tostado, molido y empacado para comercializarlo en el mercado interno. Esto es debido a que ahora “el consumo de café 100% puro, con mejores cualidades y características, es más demandado por los consumidores jóvenes y profesionales que disfrutan de una muy buena bebida de café”, detalló.
En el país también se han creado carreras técnicas sobre caficultura que enseñan: procesos, administración y comercialización, entre otros.
Los granos de cafés especiales, cultivados a más de mil metros de altura, representaron una producción total de 1.4 millones de quintales en la cosecha 2016-17 que acaba de terminar, esto refleja un crecimiento significativo en comparación a otros ciclos, dijo Armando Zelaya, gerente del Instituto Hondureño de Café (Ihcafé) en San Pedro Sula.
Se estima que las ventas del grano gourmet, que tiene un precio por quintal hasta 40 dólares más caro que el comercial, generaron ingresos superiores a los 250 millones de dólares.
La demanda de café exótico de sabores frutales y cítricos ha aumentado en el mercado internacional y también nacional.
Los consumidores hondureños se han vuelto más exigentes con la calidad, procesos de producción y con la preparación de las bebidas que ofrecen las distintas cafeterías.
En los últimos cinco años se ha despertado un boom por las tiendas de café gourmet que ofrecen una variedad de bebidas y de artículos representativos de una determinada región caficultora o una finca.
 En las cafeterías es muy común ver a los baristas especializados preparando minuciosamente la presentación del líquido ya en taza para los consumidores.
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Estas tiendas, que comenzaron a surgir en el interior del país, en las zonas productoras, ofrecen experiencias únicas para los consumidores, ya que además de degustar una buena taza de café conocen los procesos de cultivo de donde se obtuvo el grano que están ingiriendo, contó Jorge Lanza, presidente de la Asociación Nacional de Cafetaleros de Honduras (Anacafeh) y directivo del Ihcafé.
Rony Gámez, experto en cafés especiales, catador y juez nacional e internacional de Taza de Excelencia, dijo que la mayoría de las tiendas estas están en San Pedro Sula y Tegucigalpa; pero también ha habido un auge importante en el interior del país: Santa Bárbara, Copán, Gracias, Lempira, y La Paz.
“Los productores han comenzado a notar que al darle un valor agregado a su producto obtienen mayor rentabilidad, es por eso que procesan su café para abrir sus propias tiendas o lo empacan para distribuirlo en las cadena de supermercados”, declaró Gámez.
 A esta oferta también se añaden exquisitos postres, muchos de ellos hechos con café.
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Incluso, detrás de los mostradores de las tiendas hay personas especializadas en catación y barismo.
El Ihcafé y otros grupos privados han abierto escuelas para preparar a estos profesionales de las bebidas que hacen mucho más que mezclar leche y café, se convierten en verdaderos artistas que crean obras de arte con la espátula y la espuma.
Gámez calcula que en el país hay cerca de 150 catadores y unos 100 baristas, y el número va en ascenso porque cada vez son más las personas que quieren formar parte de este mundo de aromas y sabores.
“Las cafeterías no solo venden café, sino toda una experiencia para los consumidores, incluso hay quienes hasta incluyen recorridos por las fincas o show de barismo. No es solo echar café en la taza, es vender la historia de cómo llegó ahí esa bebida”.
 8 veces más costoso que el café de comercialización es el grano especial o gourmet.
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Mirko Cuculiza, productor de café y dueño de Cafetano, dijo que decidió abrir su tienda en busca de obtener mejores ganancias y evitar estar expuestos a las constantes fluctuaciones del precio del mercado internacional.
Agregó que industrializar el café deja un rendimiento económico ocho veces mayor que venderlo por quintal en el mercado local.
Cuculiza decidió abrir una fábrica, laboratorio de catación y tienda de café en Tegucigalpa.
La aceptación de Cafetano ha sido tan buena que han decidido franquiciar el negocio para poder ampliarlo a nivel nacional. “La idea es que todo el café que venda la cadena de tiendas salga de nuestra finca. Actualmente tenemos 30 manzanas, pero estamos buscando incrementar esa cifra. El próximo año el 30% de la producción de nuestras fincas lo usaremos para abastecer la demanda de las tiendas de Cafetano, el resto se exportará. Esperamos que un día todo se quede aquí”, detalló.
Juan Ángel Welchez, uno de los dueños de Welchez Café y productor de café, contó que hace 20 años comenzaron con sus primeros esfuerzos para producir café; pero fue hasta 1998 que incursionaron con su primera cafetería en Copán. Cuentan con tres tiendas y esperan abrir una cuarta, la segunda en San Pedro Sula. Terencio Villafranca, supervisor regional de SiguaCoffee, dijo que el primer local que abrieron fue en Siguatepeque y ahora ya están en operando en San Pedro Sula y Tegucigalpa, en total son nueve puestos.
SiguaCoffee ya tiene una sucursal en Estados Unidos, adonde vive su fundador.
 Los productores han comenzado a notar que al darle un valor agregado a su producto obtienen mayor rentabilidad.
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Omar Fúnez, gerente técnico del Ihcafé, dijo que “la integración vertical de la cadena de comercialización del café y la generación de mayor valor agregado asegura mejores ingresos a los productores. Tal es el caso de las cafeterías”, apuntó.
Añadió que cada día hay más productores emprendedores que registran sus propias marcas de café tostado, molido y empacado para comercializarlo en el mercado interno. Esto es debido a que ahora “el consumo de café 100% puro, con mejores cualidades y características, es más demandado por los consumidores jóvenes y profesionales que disfrutan de una muy buena bebida de café”, detalló.
En el país también se han creado carreras técnicas sobre caficultura que enseñan: procesos, administración y comercialización, entre otros.
