Más de cinco meses de clases está perdiendo durante su educación media un estudiante sampedrano al no recibir los 45 minutos de hora de clase, como lo estipula la ley.
La forma idónea de hacer esto es construir más aulas para tener la jornada extendida de clases y que los maestros permanezcan en un solo centro educativo, analiza Javier Mejía, vicerrector de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), en entrevista con LA PRENSA.
El experto en educación manifiesta que no recibir esos cinco minutos de clases extras por hora ha generado repercusiones que incluso afectan la vida de los universitarios del sector público.
Debemos compararlo con las personas que salen de secundaria y hacen su examen a nivel superior en el sector privado. Casi todas las escuelas privadas bilingües o no bilingües dedican mucho más tiempo a la hora clase del día que las públicas. En una privada típica, el estudiante entra a clases a las 7:00 am y sale a las 2:00 pm. Otras van mucho más allá de eso. Están dedicando casi un 180% de tiempo de una pública. Los muchachos que van a hacer su examen en la Unah tienen mejores resultados porque estuvieron mayor tiempo en el aula e interactuaron más.
Porque los institutos en gran mayoría fueron sobrepoblados y la solución fue abrir una nueva jornada de clases. Ahora, los edificios no pueden ser utilizados para una jornada extendida. Técnicamente no pueden ser usados para jornadas largas. Por otra parte, los docentes, no en una cantidad exagerada, buscaron un segundo trabajo en la jornada contraria y no pueden cumplir la medida. Lastimosamente, aunque esta jornada extendida se pidió hace mucho tiempo, solo se buscó beneficiar en el estatuto del docente a cierto sector.
Evidentemente. Si no logramos ampliar el tiempo que los alumnos de los públicos están recibiendo, difícilmente podrán ser competitivos. En otras partes del mundo hay escuelas donde se entra a las 7:00 am y se sale a las 5:00 pm.
El problema de la logística nos lleva a la inseguridad. Los jóvenes no pueden entrar a las 7:00 am y salir a la 1:00 pm (que sería lo ideal) porque hay una jornada opuesta. Si no hubiera jornada opuesta, todo estaría perfecto porque no habría mayor inseguridad. Lo que pasa es que en el nuevo formato les están pidiendo salir muy temprano de sus casas, lo cual sí es peligroso y a los de la tarde los están haciendo llegar más tarde.
Sí. La ley de educación superior pide como mínimo 50 minutos de hora de clase y muchos van más allá de 50 minutos. Eso hace la diferencia porque cuando se multiplican cinco minutos por hora de clase por la cantidad de clases que pasen en el colegio, ya no son cinco minutos, sino meses enteros que los estudiantes dejaron de ir a clases y allí eso pesa. Si le sumamos que las privadas van dos horas de clase, más se hace una brecha.
El ministro Escoto ha dado muestras de que tiene un control que le ha permitido mejorar el sistema educativo. Quitarlo simplemente significará un deterioro de la imagen del país ante los cooperantes que han creído en los avances en la educación y en los padres de familia que creen que esto está mejorando poco a poco.
Los padres de familia serios no van a la calle a pelear. Su permanencia le da una estabilidad al sistema educativo.
Es posible que no todas las cosas que haga sean 100% correctas, pero sus intenciones sí son 100% correctas.