San Pedro Sula, Honduras
El ingeniero Roberto Larios Silva ha sido dos veces alcalde de San Pedro Sula.
En su última administración 1998-2002 concesionó el servicio de agua y dejó todo listo para adjudicar la recolección de desechos sólidos.
Han pasado más de 13 años y por una serie de situaciones ocurridas no se otorgó el contrato en las Corporaciones anteriores, cuyos desaciertos costaron millones a los sampedranos.
Larios Silva analiza la situación, ya que finalmente el litigio por la recolección de la basura ha terminado, pero la compañía todavía no comienza a operar.
¿Cómo evalúa el actual servicio de limpieza en la ciudad?
Es la misma forma de recolección de siempre. Desordenada, con equipos chatarra, personal muy mal equipado, sin ninguna protección, aseo y seguridad. Continúan los botaderos clandestinos. Los barrios, colonias y terrenos baldíos que han sido invadidos están sucios. La ciudad se ve sucia, sin el cambio que esperábamos.
¿Comparte la opinión de que el botadero municipal es una bomba de tiempo?
Sigue siendo uno de los focos de contaminación más grandes de la ciudad, con el efecto adicional nocivo que se le transmite a Choloma y La Lima y todos sus caseríos; con el efecto también se producen los gases de los lixiviados a la Laguna de Jucutuma que cada día se pierde. En cuanto al botadero, en el contrato licitado y aprobado estaba la eliminación completa del mismo y la habilitación de un relleno sanitario con todas las normas sanitarias y una operación completamente tecnificada, incluyendo fuentes de trabajo digno para las personas que sobreviven de la basura (pepenadores). Toda esta operación ofreció donarla el
BID si la concesión se llevaba a cabo con éxito y transparencia, con un costo estimado de $900 mil.
Sulambiente no ha comenzado a operar ¿qué piensa?
Han pasado más de 13 años del litigio desde que la Corporación Municipal desconoció la adjudicación con todas las legalidades del caso y que terminó con una condena con pago de daños por L200 millones, y que pagó el pueblo sampedrano por la acción indebida y a todas luces ilegal de la Corporación de aquel entonces.
Si Sulambiente no está operando, realmente desconozco la razón. Según las noticias, la Corporación actual había llegado a un acuerdo acatando la orden del juez de firmar con la compañía.
¿Ve interés por el tema de los desechos o no es prioridad para las autoridades actuales?
Los desechos sólidos, igual que el tema de las plantas de tratamiento de aguas negras, debe ser prioritario. Habrá que preguntarles a los conocedores de los temas de salud de dónde vienen tantas enfermedades: dengue, chikungunya, enfermedades respiratorias y cánceres. Tenemos una ciudad altamente contaminada y poco o nada se hace para evitar que esto no suceda. Es inaudito para una ciudad como esta, en el contexto del mundo, no tratar aguas residuales y no tener un sistema de recolección correcto. El Gobierno local y central deben darle la atención porque es más importante que las obras materiales, sin menosprecio para ellas por el beneficio que cumplen y que están relacionadas con la salud.
¿Esperaba más de la gestión del alcalde Calidonio?
Es mucho lo que tiene que hacer y lo hace en obras más que todo viales, pero al aspecto de salud, que implica una prioridad de carácter político de la Corporación, considerando, además, que son necesarios enormes recursos económicos, creo tendrá que recurrir a la ayuda del Gobierno Central, que también es responsable, sobre todo con la ciudad que tanto aporta a las arcas del Estado y muy poco ha recibido en reciprocidad.
¿Qué diferencia hay entre la concesión de la basura y el agua?
La concesión de la basura es semejante a la del agua. Las concesiones se otorgan con la finalidad de que los adjudicatarios sean solo administradores de los sistemas sin tener propiedad de los mismos, estos siguen siendo de la Municipalidad. Respondo por la concesión que conozco, que es la del agua, que se llevó con toda transparencia y legalidad, por los mejores intereses para la ciudad y con resultados bastante favorables, después de casi 15 años de operación, dándole agua a la ciudad permanentemente las 24 horas, cubriendo todo el crecimiento de la ciudad.
¿El tema de las aguas negras está sin resolverse pese a que está planteado en la concesión?
Esa cobertura, para tratar las aguas negras no se ha dado por falta de interés de las diferentes Corporaciones al no proporcionar los terrenos que, según el contrato de concesión, es obligación de la Municipalidad para operar allí las lagunas de oxidación. La administración anterior ha sido la única que tomó decisiones y adquirió tres terrenos. Tengo entendido de que esta Corporación toma cartas en el asunto con el agravante de que se tiene que el costo de estas plantas, que en el año 2000 era de 80-90 millones de dólares, ahora ha aumentado entre 180 a 190 millones de dólares, lo que es imposible amortizar a pura tarifa, obligándose a buscar otros recursos como han hecho otras ciudades del mundo.
¿Qué se debe hacer si no se puede pagar vía tarifa?
Recurrir al BID, Banco Mundial, AID o al mismo Gobierno. Buscar financiamientos a largo plazo e intereses muy bajos o en todo caso donativos de países amigos, tarea en que ya se debe estar trabajando.
