Washington, Estados Unidos.
El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial (BM) aprobó dos créditos por un total de $24 millones para facilitar el ingreso de Honduras y Nicaragua al Mecanismo de Seguros contra Riesgos Catastróficos del Caribe (CCRIF, su sigla en inglés), que provee fondos inmediatos para atender emergencias por eventos naturales adversos como huracanes, terremotos o lluvias excesivas.
Los créditos, de $12 millones cada uno, aportados por la Asociación Internacional de Fomento (AIF) -el fondo del BM para los países más pobres-, financiarán las cuotas de ingreso de cada país al CCRIF, así como las primas del seguro para Honduras durante siete años y para Nicaragua durante cuatro años.
El préstamo para el Proyecto de Seguro de Riesgo por Desastres de Honduras tiene un plazo de vencimiento de 25 años y un período de gracia de 5 años. El de Nicaragua tiene un plazo de vencimiento de 40 años y un período de gracia de 10 años.
“Los desastres de gran magnitud provocados por fenómenos naturales adversos pueden poner en peligro los esfuerzos de los Gobiernos para reducir la pobreza y fomentar la prosperidad compartida, a la vez que amenazan con revertir los avances en desarrollo alcanzados hasta el momento”, dijo Maryanne Sharp, directora interina del Banco Mundial para Centroamérica.
Honduras y Nicaragua son altamente vulnerables a los efectos adversos asociados con terremotos, huracanes, tormentas tropicales, inundaciones, deslizamientos y exceso de lluvias.
Entre 1990 y 2012, las pérdidas económicas anuales por estos fenómenos fueron equivalentes al 2.8% del PIB en Honduras.
El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial (BM) aprobó dos créditos por un total de $24 millones para facilitar el ingreso de Honduras y Nicaragua al Mecanismo de Seguros contra Riesgos Catastróficos del Caribe (CCRIF, su sigla en inglés), que provee fondos inmediatos para atender emergencias por eventos naturales adversos como huracanes, terremotos o lluvias excesivas.
Los créditos, de $12 millones cada uno, aportados por la Asociación Internacional de Fomento (AIF) -el fondo del BM para los países más pobres-, financiarán las cuotas de ingreso de cada país al CCRIF, así como las primas del seguro para Honduras durante siete años y para Nicaragua durante cuatro años.
El préstamo para el Proyecto de Seguro de Riesgo por Desastres de Honduras tiene un plazo de vencimiento de 25 años y un período de gracia de 5 años. El de Nicaragua tiene un plazo de vencimiento de 40 años y un período de gracia de 10 años.
“Los desastres de gran magnitud provocados por fenómenos naturales adversos pueden poner en peligro los esfuerzos de los Gobiernos para reducir la pobreza y fomentar la prosperidad compartida, a la vez que amenazan con revertir los avances en desarrollo alcanzados hasta el momento”, dijo Maryanne Sharp, directora interina del Banco Mundial para Centroamérica.
Honduras y Nicaragua son altamente vulnerables a los efectos adversos asociados con terremotos, huracanes, tormentas tropicales, inundaciones, deslizamientos y exceso de lluvias.
Entre 1990 y 2012, las pérdidas económicas anuales por estos fenómenos fueron equivalentes al 2.8% del PIB en Honduras.