La activación completa del año escolar el próximo lunes avizora un infierno vial en la capital.
Esta actividad generará una férrea competencia entre el millón de capitalinos que se movilizan a diario en el transporte, automóviles particulares y motocicletas, para llegar a tiempo a sus centros de estudio y trabajo.
El atraso y la incomodidad que ha caracterizado al transporte público ha orillado a los ciudadanos a utilizar sus propios vehículos, situación que ha hecho de la ciudad un infierno.
Jhony Almendárez, conductor de bus urbano, reafirma que en ambas ciudades que conforman el Distrito Central “ya no hay horas pico, las calles están llenas de carros todo el día”.
El estudio sobre la movilidad y el transporte en Tegucigalpa y Comayagüela, elaborado por la alcaldía, revela que en la capital se dan 1.4 millones de desplazamientos al día.
Este informe develó que al menos 950,402 de esos viajes se desarrollan por medios motorizados -bus, taxi o vehículo propio-, saturando en un 65.6% la ciudad.
Asimismo, develó que unos 497,104 desplazamientos, o sea el 34.4%, se hacen a pie.
Los autobuses y taxis ejecutan casi el doble de recorridos que los carros privados, con 59% -564,438 traslados- y acaparan el 18% de las arterias. Ante esta realidad, Jorge López, dirigente del Consejo Nacional del Transporte, explicó que el problema no radica en el ingreso de más unidades.
“El problema es de infraestructura”, consideró. La Dirección Nacional de Tránsito y la alcaldía afirman que en el Distrito Central circulan cerca de 500 mil automotores, dentro de los cuales unos 100 mil pertenecen al parque vehicular flotante.
Según la alcaldía, la importación de automotores crece en 10% cada año, por lo que se proyecta que en diez años el parque vehicular de la región alcance el millón de carros.
En cuanto a las unidades del transporte urbano, la Dirección General de Transporte registra las operaciones de unos 1,925 buses, unos 1,200 rapiditos y 8,000 taxis.