Pobladores de más de cincuenta comunidades de El Progreso y varios municipios del Valle de Sula continúan esperando ayuda del Gobierno para reconstruir los sistemas de agua potable dañados por el sismo del pasado 28 de mayo.
En julio del año pasado, el entonces personal de la Secretaría de Finanzas visitó la zona para conocer el problema de esos habitantes y esas mismas autoridades le pidieron al gerente noroccidental del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillado, Sanaa, Osman Paredes, que elaborara un informe para canalizar el fondo.
Según el recuento de esta entidad, se requieren aproximadamente 24 millones de lempiras para ayudar a estas personas a restablecer el servicio y evitar que sigan consumiendo agua de pozos contaminados y del río Ulúa.
En ese momento resurgió la esperanza de los dirigentes comunales y las autoridades del Sanaa, pero eso se desvanece con el paso del tiempo y el comienzo del nuevo Gobierno, pues sienten que todo ha quedado en promesas.
Desesperados
José María Arita, presidente de la sociedad de padres de familia de Finca Diez, dijo que muchas viviendas siguen como quedaron después del sismo, pues la gente es de escasos recursos y no ha podido repararlas.
“En el caso del agua, esperamos las gestiones del Sanaa ante el Gobierno para obtener fondos y ejecutar los proyectos de reconstrucción de la red dañada y perforar nuevos pozos, pues los existentes quedaron soterrados”, explicó.
Agregó que les han prometido construir un tanque, pero lamentablemente no vieron voluntad de las autoridades del Gobierno que acaba de concluir.
Arnoldo Guardado, presidente de la junta de agua de la aldea El Socorro, explicó que han continuado tocando puertas. “La nueva Corporación Municipal ha dicho que nos ayudará”. El dirigente manifestó que las averías siguen. En la zona sólo repararon los bordos que quedaron con fisuras.
El Cuerpo de Bomberos les ha proporcionado agua y los habitantes sólo tienen que costear el combustible para transportar el líquido.
Paredes expresó que desconoce por qué se atrasan los recursos para apoyar a estas familias. “Hicimos todo lo solicitado por las autoridades de Finanzas y lamentamos que estos ciudadanos sigan sufriendo por la falta de esos proyectos”. Agregó que la esperanza es que el nuevo Gobierno dé la inyección económica para que en esas aldeas tomen agua potable.