A partir de este día, el nuevo mandatario electo deberá convocar a un diálogo nacional para evitar el colapso de las finanzas del Gobierno Central.
La administración liberal del ex presidente Manuel Zelaya Rosales deja un país en bancarrota, contrario a la bonanza que encontró cuando asumió la titularidad del Poder Ejecutivo el 27 de enero de 2006. La Tesorería General de la República, que es la caja del Gobierno, cerrará este año con números en rojo y con miles de millones de lempiras en compromisos pendientes de pago con proveedores y tenedores de títulos valores.
La propuesta de un pacto fiscal procede del ex secretario de Finanzas Arturo Alvarado, quien ha monitoreado el vertiginoso crecimiento de los gastos y la caída de los ingresos tributarios en los años recientes, lo que provocará cerrar 2009 con un histórico déficit: -4.5% del Producto Interno Bruto, PIB, equivalente a 10,500 millones de lempiras.
En 2005, es decir, en su cuarto año de gestión, la administración nacionalista de Ricardo Maduro cerró con un déficit de -2.6% del PIB, equivalente a 4,053.7 millones de lempiras.
Manuel Bautista, presidente del Colegio Hondureño de Economistas, CHE, no descarta que el nuevo gobierno se vea obligado a aplicar ajustes para acortar la brecha fiscal.
Endeudamiento interno
Este será uno de los grandes problemas financieros que el presidente electo deberá resolver a corto plazo. La administración Zelaya Rosales recurrió en los últimos dos años a la emisión de bonos para capitalizar empresas de servicios públicos como la Enee y cubrir el déficit fiscal.
Alvarado considera que la deuda interna es una nueva amenaza para las finanzas públicas, ya que son compromisos de mediano plazo, con un máximo de 36 meses, y la mayor parte de los títulos están en poder de instituciones financieras.
La titular de Finanzas, Gabriela Núñez, dijo que el gobierno interino de Roberto Micheletti tuvo que renegociar algunos bonos que estaban por vencerse en el último trimestre de este año.
De 2006 a 2009, el saldo pasó de 6,575.3 a 22,123 millones de lempiras, un aumento de 15,547.3 millones. El ex secretario de Finanzas sostiene que tuvieron que adoptarse algunas medidas para contener ese crecimiento de 236.4% que se registró en ese período analizado. La situación de las finanzas públicas se convierte en el principal desafío para la nueva administración.
Sombrío panorama
El déficit será una bomba de tiempo para el nuevo gobierno, ya que la masa salarial se cierne como la peor amenaza para las finanzas públicas.
La decisión de la administración de Manuel Zelaya Rosales de no darle continuidad a la medida del gobierno de Ricardo Maduro de ajustar a la realidad económica las prebendas para ciertos sectores ha creado una situación preocupante que deberá enfrentar Porfirio Loba Sosa.
Números
15 por ciento es el porcentaje al que se ha analizado elevar el Impuesto Sobre Ventas y el Impuesto Sobre Rentas que se aplica a las empresas.
36 meses es el plazo máximo para cumplir compromisos relacionados a la deuda interna con instituciones financieras.