Comayagua, Honduras.
Miles de personas entre nacionales y extranjeros vivieron la pasión y crucifixión de Cristo a través de la procesión del Santo Viacrucis que se desarrolló en las calles principales del casco histórico de esta ciudad.
Previo a las actividades del Viernes Santo, en horas de la noche, como ya es tradición, decenas de familias se reunieron para elaborar las pintorescas alfombras de Comayagua, cuyo tema para este año fue el Cristo de la Misericordia, dijo Carlos Maldonado, presidente del Comité Cultural de Comayagua.
En total fueron casi 70 alfombras para esta actividad de Semana Santa, las que se elaboraron en las calles del casco histórico de la ciudad y otras más en la parroquia de los Santos Mártires, a unas ocho cuadras del parque central, informó.
Las actividades religiosas del Viernes Santo comenzaron a las 7:30 am con el canto de Laudes frente al monumento en la iglesia San Francisco para posteriormente iniciar la procesión del Santo Viacrucis por las calles alfombradas dentro del casco histórico de la ciudad.
La procesión comenzó a las 9:20 am desde el templo de San Francisco hasta finalizar en la iglesia catedral, donde posteriormente se realizaron los actos de la crucifixión del Señor, el sermón de las 7 palabras y la veneración de la cruz.
El mensaje
Sobre el acto religioso del viacrucis, el obispo Roberto Camilleri expresó que el quinto día de la Semana Santa es para meditar sobre el amor de Jesús.
“Hoy representamos la pasión y muerte de Jesucristo y también su sepelio que nos lleva a la resurrección”, afirmó.
El prelado declaró que el Viernes Santo se medita el amor de Cristo manifestado en el sufrimiento que vivió por todos nosotros y que por eso es que acompañamos al Señor recordando también que muchos hermanos en Honduras y el mundo tienen otra clase de sufrimientos.
“También le pedimos al Señor que nos conceda condiciones mejores, la paz principalmente para nuestros hermanos porque hay lugares de tensiones fuertes, pedimos porque reine la justicia, la equidad, el amor fraterno, la compresión, porque es algo que no ocurre constantemente”, refirió.
En la tercera estación del viacrucis, Camilleri habló sobre la tierra fértil, manifestando que cuando la semilla cae y muere en la tierra, da muchos frutos, pero cuando esta cae y no muere en la tierra queda infecunda.
En la cuarta estación se refirió al Evangelio de San Lucas, donde hace referencia a María, la madre de Jesús, la cual es la que vela por sus hijos y les enseña sobre Dios y los educa para prepararlos en la dura lucha de la vida.
En la quinta estación, el obispo pidió perdón a Dios por la cruz que hemos visto y dejado con indiferencia en los hombros de los demás y por los que caminan por la vida sin misericordia y la ayuda de un cireneo. En la sexta estación Camilleri habló sobre la felicidad de los que derraman ternura y cariño donde hay angustia y lágrimas, ya que su misericordia es un signo de fe y hace presente el amor de Dios, afirmó.
Miles de personas entre nacionales y extranjeros vivieron la pasión y crucifixión de Cristo a través de la procesión del Santo Viacrucis que se desarrolló en las calles principales del casco histórico de esta ciudad.
Previo a las actividades del Viernes Santo, en horas de la noche, como ya es tradición, decenas de familias se reunieron para elaborar las pintorescas alfombras de Comayagua, cuyo tema para este año fue el Cristo de la Misericordia, dijo Carlos Maldonado, presidente del Comité Cultural de Comayagua.
En total fueron casi 70 alfombras para esta actividad de Semana Santa, las que se elaboraron en las calles del casco histórico de la ciudad y otras más en la parroquia de los Santos Mártires, a unas ocho cuadras del parque central, informó.
 El Santo Viacrucis comenzó a las 9:20 de la mañana saliendo de la iglesia San Francisco y retornando a la Catedral.
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La procesión comenzó a las 9:20 am desde el templo de San Francisco hasta finalizar en la iglesia catedral, donde posteriormente se realizaron los actos de la crucifixión del Señor, el sermón de las 7 palabras y la veneración de la cruz.
 Uno de los momentos más esperados por los feligreses es el encuentro de las imágenes del Señor Jesucristo y de su madre la Virgen María.
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Sobre el acto religioso del viacrucis, el obispo Roberto Camilleri expresó que el quinto día de la Semana Santa es para meditar sobre el amor de Jesús.
“Hoy representamos la pasión y muerte de Jesucristo y también su sepelio que nos lleva a la resurrección”, afirmó.
El prelado declaró que el Viernes Santo se medita el amor de Cristo manifestado en el sufrimiento que vivió por todos nosotros y que por eso es que acompañamos al Señor recordando también que muchos hermanos en Honduras y el mundo tienen otra clase de sufrimientos.
“También le pedimos al Señor que nos conceda condiciones mejores, la paz principalmente para nuestros hermanos porque hay lugares de tensiones fuertes, pedimos porque reine la justicia, la equidad, el amor fraterno, la compresión, porque es algo que no ocurre constantemente”, refirió.
 El Obispo Roberto Camilleri dijo que el quinto día de la Semana Santa es para meditar sobre el amor de Jesús.
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En la cuarta estación se refirió al Evangelio de San Lucas, donde hace referencia a María, la madre de Jesús, la cual es la que vela por sus hijos y les enseña sobre Dios y los educa para prepararlos en la dura lucha de la vida.
En la quinta estación, el obispo pidió perdón a Dios por la cruz que hemos visto y dejado con indiferencia en los hombros de los demás y por los que caminan por la vida sin misericordia y la ayuda de un cireneo. En la sexta estación Camilleri habló sobre la felicidad de los que derraman ternura y cariño donde hay angustia y lágrimas, ya que su misericordia es un signo de fe y hace presente el amor de Dios, afirmó.
“Estamos felices porque el extremo del amor es la misericordia, porque con la misericordia el hombre se parece más a Dios, dice el Señor que el que lo ha visto a él ha visto al Padre, como dices tú muéstranos al Padre, no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí”, meditó.
A las 4:00 pm se realizó el rito del descendimiento y embalsamamiento de Cristo yacente procediendo después a la procesión del Santo Entierro que salió de la iglesia catedral y que regresó al mismo lugar a las 10:00 pm aproximadamente.
