La Alcaldía de Santa Rita inició trámites para obligar por la vía judicial a tres empresas agrícolas a pagar una tasa de 5,000 lempiras al mes por el uso de suelo, del cual dicen los representantes de las compañías es injusto.
El referido cobro fue ratificado en la última sesión de marzo por la Corporación Municipal. Desde ese momento personal de Control Tributario de la comuna envió las respectivas notificaciones y requerimientos para que las empresas cumplieran con ese impuesto.
“Ya agotamos las instancias legales de cobro, los ejecutivos de esas organizaciones ya tienen los requerimientos. Se niegan cumplir con la disposición con la cual se busca un beneficio de los recursos naturales que el municipio tiene, en este caso el paso de un canal que lleva el agua para irrigar las plantaciones”, dijo Maximino Guevara, jefe de la Unidad Municipal Ambiental de Santa Rita.
Desde enero, representantes de Las Guanchías, Las Tres Marías, productoras de banano y la Azucarera del Norte (Azunosa), dedicada al cultivo de caña de azúcar, se venían reuniendo con una comisión nombrada por la Corporación Municipal para tratar el tema; pero no se pusieron de acuerdo. En el último encuentro a inicios de marzo, los empresarios acordaron participar en una última reunión para dialogar sobre la posibilidad de bajar la tasa, pero eso no se dio.
Proceso legal
Guevara agregó que esa comisión ya cumplió. “Hoy lo que sigue es iniciar el proceso por la vía judicial para obligar a las empresas a pagar por el uso del suelo. Ellos deben estar consciente del tiempo se han lucrado del recurso y el cual nunca han pagado”.
Pedro Ávila, presidente de Las Guanchías, dijo que no han hecho efectivo el pago porque están a la espera de un análisis que realiza el apoderado de la empresa. Ávila dijo que “es injusto el cobro, pues las empresas generan fuentes de trabajo y han mejorado en el circulante, además pagan otra serie de impuestos”.
LA PRENSA buscó la reacción de los ejecutivos de las otras dos empresas pero no contestaron sus teléfonos.
El canal en mención fue construido a mediados del siglo pasado por la transnacional Tela Railroad Company para regar sus fincas en aquel entonces.