18/12/2025
07:58 PM

'Acá le venden guaro a niños y no hay quien regule'

Madre de una de las ocho víctimas por ingesta de alcohol condenó la venta clandestina de aguardiente.

María Isolina Hernández Amaya nunca pensó que tomarse unos tragos de aguardiente para curar su dolor de estómago la llevarían a la muerte.

Ahora la joven mujer y siete personas más se cuentan como las víctimas de un hecho que tiene conmocionados a los pobladores de Siguatepeque, en Comayagua. Las preocupaciones crecen debido a que también sospechan que otras nueve personas habrían fallecido por consumir alcohol adulterado en las últimas semanas.

La fallecida quien fue sepultada ayer en la tarde en el cementerio de la aldea San Isidro, El Rosario (Comayagua), era ama de casa. La madre de la infortunada relató que su hija tenía un fuerte dolor de estómago y unos vecinos le aconsejaron que se tomara un par de octavos de guaro y que con eso se le quitaría el malestar.

Con la tristeza de ver a su hija muerta, la mujer contó que su nieta, hija de la difunta, fue quien le fue a comprar el aguardiente a una casa en donde se vende el líquido clandestinamente.“Se tomó unas pastillas con el guaro, eso fue el domingo. Ella vive en otra casa, pero cuando se sintió mal se vino para mi casa, venía con vómitos, mareo y dolor de cabeza”, expresó María Mercedes Amaya, madre de la víctima.

Sin restricciones

Aunque Amaya cuenta que la joven fue llevada a una clínica privada donde los médicos le hicieron un lavado estomacal, no sirvió de nada el esfuerzo por lo que fue trasladada al hospital Santa Teresa de Comayagua donde el lunes falleció a las 9:08 pm. El cuerpo de María Isolina, fue llevado a Medicina Forense en Tegucigalpa, donde le practicaron la autopsia y determinaron que murió por la ingesta de metanol.

“Acá venden el guaro a los niños y no hay quien regule, qué tal si los cipotes hubieran probado por curiosidad, ellos también estuvieran muertos”, expresó la progenitora de la fallecida.

Otro de los fallecidos es Teófilo Membreño Aguilar (47), quien después de labrar la tierra se tomó unos tragos para luego ir a almorzar a su casa. El cansado hombre llegó a eso de las 2:00 pm luego de sembrar maíz.

“Cuando llegó de trabajar le dijo a su esposa que le hiciera una sopa de pollo, pero al momento le dijo que se sentía mal y que ya no iba a comer que le dolía la cabeza y el estómago y comenzó con vómito”, dijo Juana Aguilar, progenitora de Teófilo. Al ver los familiares de Teófilo los malestares que presentaba lo llevaron al hospital Santa Teresa, pero el lunes falleció en el centro asistencial.

El cuerpo fue entregado a sus familiares pero ayer las autoridades del Ministerio Público y agentes de la DNIC (Dirección Nacional de Investigación Criminal) sacaron el féretro con el cadáver del infortunado de su casa donde estaba siendo velado y lo trasladaron a la morgue en Tegucigalpa.

Familiares, amigos y vecinos pidieron a las autoridades que no se lo llevaran alegando que son de escasos recursos y no tendrían suficiente dinero para ir a Tegucigalpa, pero las autoridades se comprometieron a llevarlo de regreso para su velatorio luego de practicada la autopsia.

Más infortunados

Concepción Bonilla (76) también murió en la sala de emergencia del hospital Santa Teresa por supuestamente ingerir aguardiente adulterado. Él estuvo bebiendo con unos amigos el domingo, pero fue hasta el lunes que sus hijos lo llevaron al centro médico ya que por temor no les comentó que se sentía mal.

Bonilla quien murió el lunes será sepultado hoy. Wilfredo Bonilla Contreras, hijo del difunto, dijo que su padre acostumbraba a tomar este tipo de bebidas, pero que nunca se había dado un incidente así. “Bebía, pero al día siguiente no pasaba de una goma y nada más”, aseguró.

Contó que su padre dijo que sentía dolor de cabeza, de estómago y pérdida de visión. “Lo llevamos al hospital, pero cuando iba en el camino le dio un paro cardíaco. Llegó respirando al hospital, pero a los pocos minutos murió”.

Dijo que el guaro que distribuyeron en Siguatepeque es el malo. “Como acá lo venden clandestinamente no se puede denunciar”, señaló. Comentó que el aguardiente que ingirió su papá fue “Cinco Estrellas, pero que también venden Monserrat y Olanchano” cuyo valor es de 30 lempiras.

Las hijas de dos años y de 25 días de nacida quedaron sin padre por culpa del alcohol. Wilfredo Benítez Gómez (37), es otro de los muertos que residía en San Ignacio.

Evangelista Marroquín, suegra del infortunado, dijo que su yerno estuvo bebiendo el viernes y sábado, pero fue hasta el domingo que recibió atención médica. “Lo llevaron muy mal a una clínica donde solo le hicieron un lavado de estómago. Murió el domingo a las 4:00 am”, contó.

Wilfredo Benítez Gómez, fue enterrado el martes.

Versión policial

Alexis Andres, jefe de la posta policial en San Ignacio, El Rosario, expresó que el problema es que los residentes del lugar compran clandestinamente el aguardiente.
Agregó que se hacen operativos para decomisar el producto, pero al llegar a las casas donde supuestamente lo venden y no encuentran nada.

“Se inspeccionó la casa de Marisela Alberto Corrales que fue donde la hija de María Isolina Hernández compró la bebida, pero al llegar no se halló una tan sola botella”, aseveró el agente policial. Agregó que “no se puede acusar a nadie porque las botellas venían cerradas y la culpa sería de la empresa que distribuye la bebida”.

Manifestó que tienen conocimiento que el aguardiente ingresa en cajas, las cuales son cargadas en bestias. “Se han hecho decomisos, pero son muy pocos. Cuando lo hacemos las cajas las mandamos al Juzgado Municipal en El Rosario, Comayagua”, finalizó Andres.

Los muertos por ingesta de alcohol suman ocho. Las otras víctimas son Juan José Márquez, (38), Juan Carlos Adriano Márquez (17), Nery David H. Díaz (18) y Martín H. Guzman (35) residentes en la aldea Guachipilín.

Más intoxicados

A la sala de emergencia del hospital Santa Teresa de Comayagua, han ingresado nueve personas intoxicadas por ingesta de alcohol adulterado, informó Lastenia Chávez, jefa de dicha sala.

La doctora dijo que “los afectados ingirieron metanol que es un componente químico y no etanol que es para el consumo humano”. “Ayer –martes-- tuvimos a siete pacientes ingresados por intoxicación por el metanol y hoy –miércoles -- tenemos dos. El martes fallecieron dos personas, en total las que fallecieron en el hospital fueron cuatro”, manifestó.

Explicó que los pacientes en las primeras horas de haber consumido la bebida tuvieron dolor de cabeza, visión borrosa y mareos. “A las 72 horas ellos empiezan a tener dificultad respiratoria y entran en un estado de coma, no conocen a nadie y pierden el habla”.

“Lo que las fábricas producen es el etanol que es para el consumo humano, pero el metanol es para uso industrial que escon el que diluyen la pintura y lo usan también en las cocinas para mantener la comida caliente”, explicó. Agregó que el tratamiento es: “hidratación, exámenes de laboratorio. El antídoto es el mismo etanol, nosotros lo que les estamos dando es wisky que contrarresta la sintomatología. Tenemos dos pacientes que están en estado delicado y uno está estable”, expresó.

La especialista dijo que para que no se sigan dando este tipo de problemas sanitarios las autoridades correspondientes deberán aplicar la ley seca. “Podrían venir más pacientes, porque la gente sigue consumiendo, aún no se saca ese producto del mercado”, señaló Chávez.
Ley seca.

Los miembros de la Corporación Municipal de Siguatepeque con el fin de prevenir nuevas muertes e intoxicados decretaron ayer en sesión ordinaria la ordenanza de Ley Seca de aplicación inmediata.La normativa fue decretada por 48 horas de manera preliminar, pues en caso de ser necesario se ampliará por más tiempo.

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