La presencia de los vendedores ambulantes cada vez es mayor en esta ciudad. El crecimiento desorganizado provoca conflictos, pues muchos operan sin permiso.
Aunque existe una ordenanza municipal, es un problema diario en esta ciudad y es casi incontrolable para las autoridades debido a la falta de personal en el Departamento de Justicia Municipal, donde actualmente laboran nueve inspectores, cuatro de los cuales están gozando de sus vacaciones.
Personal de LA PRENSA captó el momento en que un vendedor ambulante entró en una acalorada discusión con varios supervisores que le decomisaron su troco cargado de verduras. La indignación de los que transitaban por el lugar era evidente porque el buhonero sólo tiene un brazo y aducía que era su único trabajo y la forma de llevar comida a su familia. Esto no bastó, pues, debido a su reincidencia en ubicarse en zonas prohibidas, los inspectores se llevaron su producto.
Algunos testigos manifestaban que no era necesario que lo llevaran como si fuera un delincuente.
Visiblemente molesto, caminó dos cuadras, escoltado por los supervisores. Al llegar a los predios de las oficinas de Justicia Municipal, dejó su carreta y se fue lamentándose del hecho.
Vieja ordenanza
Al consultarle a la encargada del departamento, Betulia Vásquez, dijo que debido a su condición física, al vendedor se le asignó un lugar en el centro de la ciudad, pero se niega a vender EN ese punto, por lo que se le sancionó.
'Los inspectores hacen las inspecciones de rutina. Hay una vieja ordenanza sobre la prohibición de que circulen trocos de ventas en el perímetro del centro de la ciudad.
Ya no podemos ubicar más; estamos llenos de ellos', expresó Vásquez.
Cifras
300 a 500
Es la multa que deben pagar los vendedores ambulantes que no acaten la ordenanza municipal.
9 inspectores
Laboran en el Departamento de Justicia de la Municipalidad de La Ceiba.
