Además de su cortesía al contestar la llamada que le transfirió su secretaría, y mediante la cual aceptó esta entrevista para LA PRENSA, Carlos Urbizo Solís llama la atención porque al rectificar la hora del encuentro, pactado para las dos, expresa un 'lo espero a las dos con tres minutos'.
La atracción se incrementa en su oficina cuando vuelve a hacer referencia al tiempo. 'Dijimos a las dos con tres minutos y me faltan cinco. Ya lo atiendo'. El pasillo existente entre el puesto de la recepcionista y su oficina, adonde se ha ido mientras nos deja unos minutos en el recibidor, está adornado con máquinas registradoras antiguas, cuadros de caricaturas dedicadas a él, cuadros de Napoleón y los mil y un objetos de otras épocas antiguas entre los que sin duda se destacan decenas de Quijotes de la Mancha hechos en madera, metal y varios otros materiales.
Así, a la hora acordada, a las 2.03 de la tarde, empieza esta entrevista a un hombre de finanzas y de economía, que cayó en la política por cosas de la vida, y que sueña, a sus 63 años, llegar a los 95 'y si paso de ahí, le pediré prórrogas de 10 años a Dios'.
Nació en La Ceiba y por medio de la Standar Fruit, de su padre, y de varios mentores estudió bachillerato en el Saint Jones College de Belice; finanzas y contaduría en el Franklin Marshal College de Estados Unidos.
Cuando estuvo en Belice quiso ser jesuita...
Sí, por la entrega que tienen en la formación de los muchachos y la colaboración que dan a la comunidad; pero descubrí lo bello de las mujeres.
¿Por qué salió de La Ceiba?
En su oficina, Carlos Urbizo guarda un lugar especial para sus libros, tesoros especiales. Los de economía los actualiza cada año en EUA.
¿Cómo logra estudiar en EUA?
Frente a las oficinas de Texaco estaba el Centro Cultural Sampedrano, dirigido por otro padrino, James Chaning, quien me apoyó para solicitar a las becas Full Brigth Grand.
Fui uno de los beneficiarios para ir a la Universidad Laurence, en Kansas, a un curso de orientación política, económica y social del sistema americano antes de ir a la Universidad Franklin Marshall College, en Lancaster, Pensilvania.
¿Cuál fue el mejor momento en la universidad?
En 1953, por primera vez tomé en mis manos un periódico, Diario Comercial, y en la portada estaban los presidente Eissenhower y Truman durante el transpaso del poder. Doce años después yo estaba en la oficina de Truman dando un discurso frente a él porque yo era el presidente del grupo de setenta estudiantes de cuarenta y tres nacionalidades. Por eso tengo la foto autografiada.
¿Por qué finanzas y no economía?
Desde que yo tenía unos diez u once años vi la película de mi vida y quería ser economista. Sin embargo, en EUA me di cuenta de que la licenciatura en economía era un grado muy pequeño y se tenía que lograr un doctorado para poder llamarse economista. Yo no tenía el tiempo ni el dinero para llegar hasta un doctorado y me concentré en finanzas y en contaduría, con un segundo campo en economía.
¿Cómo regresó a Honduras?
Empecé a trabajar con la compañía de relojes Hamilton, pero luego pude llegar a Price Water House, que ya tenían oficina en Honduras. Estuve con ellos en Philadelphia y Los Ángeles, San Pedro Sula y Guatemala. Desde 1973 he estado acá. Primero como primer contralor de la Cervecería Hondureña, luego otra vez con Price Water House.
Urbizo tuvo que aprender a manejar este tipo de máquinas para realizar sus primeros trabajos.
Gracias al consejo de don Jorge Larach y don Pedro Schmit. Ellos me dijeron que me iban a promover y que no buscara clientes porque eso me quitaba prestancia. Entonces me lancé como consultor de empresas. Desde entonces no trabajo porque hago lo que me gusta. Ahora estudió los temas políticos, económicos y sociales para orientar a la gente sobre lo que pasa.
¿Y su parte política?
Nunca me visualicé como tal, pero en 1995 a causa de la competencia que tenían los precandidatos Fito Irías y Carlos Kattán a la presidencia por el partido Nacional me invitaron a ser parte del movimiento de Nora de Melgar.
Si sólo hubiera habido un precandidato, entonces no me hubieran buscado. Son muchos los diablos y poca el agua bendita.
¿Y desde entonces es político?
Yo no soy político, pero estoy en la política por promover la libertad política y la democracia, el capitalismo y el neoliberalismo que nunca hemos tenido y que caracterizan al primer mundo.
Luego de ver lo que pasó en la administración Kilgore ¿qué opina sobre que la gente lo haya escogido a él y no a usted?
El pueblo no se equivocó. Yo saqué mucho más votos que Kilgore en las primarias, pero como con nuestro sistema político permitía que el partido sumara los votos del candidato presidencial a los del candidato a la alcaldía mediante el método atropellador y perverso de la cascada, entonces a Kilogre le sumaron los de Maduro y a mí me sumaron los de Carlos Kattán.
Maduro era un fenómeno con el que ni Carlos ni yo podíamos. No acepté ser porque no era lo que yo buscaba y no quería un puesto de consolación que tampoco era justo con los que buscaban ser regidores.
¿Se volverá a lanzar a alcalde?
En la oficina también hay un espacio para los cuadros de la familia.
No, pero sí a diputado.
¿Un consejo para los jóvenes contadores o economistas?
En el tercer mundo es muy difícil dar un consejo porque no hay igualdad de oportunidades. Pero deben comenzar por descubrir sus talentos y luego buscar dónde desarrollarlos.
¿Por qué la fijación con José Cecilio del Valle?
La fecha de mi nacimiento coincide con la del prócer, quien tiene una gran influencia en mi vida porque su pensamiento es muy amplio.
La economía, ¿es aburrida?
No creo. La gente quiere saber de economía porque el hombre es un animal político, social y económico. Un español dijo que el peor analfabetismo es el económico, porque es desconocer de dónde va a salir sus sustento.
¿Y por qué tantos quijotes en su oficina?
El personaje me gusta por lo de hacer el bien y luchar contra el mal. Además es muy humano y sensible. Por mis ideas, me han dicho que sólo propongo cosas quijotescas.
¿Es millonario?
Ésa no la debo contestar porque es potencialmente explosiva; pero puedo decir que tener un millón de lempiras hoy en día no es difícil para quien tiene una profesión y la realiza bien.
¿Y por qué los tirantes?
Porque no dejan que se caigan los pantalones, que según mi padre siempre deben ir casi al ombligo para evitar que el estómago caiga por fuera. Me dan mucha comodidad y me hacen falta si no los tengo.
Los quijotes están en todos los tamaños, colores y materiales. Adornan todos los lugares.
Mis programas no son exóticos ni eróticos, los ve quien quiere tener otra percepción de lo que pasa. No pago por el espacio, ni me pagan. Son personas que creen en mí.
¿Qué opina de la situación económica del país?
Deplorable. Llevamos 55 años estancados con un ingreso per cápita de 1,100 lempiras, una pobreza tremenda, y actualmente con un concepto equivocado de estrategia de reducción de la pobreza.
Lo que hay que hacer, y hasta Valle lo decía, es luchar contra el sistema mercantilista que genera la pobreza.
¿Se puede solucionar?
Para sonar optimista, sí. Era más fácil resolverlo hace veinte años que ahora, pero ahora es más fácil hacerlo que dentro de veinte años. Sin embargo, hay que tener democracia y libertad económica.
¿Cuál ha sido el mayor riesgo que ha tomado?
Soy un hombre bastante prudente, calculo las probabilidades, pero tal vez el mayor riesgo ha sido haber confiado en algunas personas, no sólo en los negocios, también en la política, que no respondieron. He tenido que asumir responsabilidades y obligaciones financieras de otros.
¿Ya le pagó Leo Starkman?
Risa. No, todavía no me ha pagado y por eso le digo lo del mayor riesgo. Hay que esperar con esperanza.
¿Por qué la fijación con el tiempo?
Porque siempre va hacia adelante y porque estudié en un internado donde todo era a la hora. Yo nunca uso horas en punto o a la media hora, porque así la gente responde de una mejor manera.
Su perfil
Nombre: Carlos Urbizo Solís
Fecha de nacimiento: 22 de noviembre de 1943
Padre: Santiago Urbizo Vega
Madre: Soledad Solís
Hijos: Irma Lorena, Carla Celeste y Rosibel
Nietos: Su vida eterna
Al vuelo
Una estampilla de la Acreditación como Contador Público.
Un libro: Antología de Valle
Una canción: Soñar el sueño imposible
Una película: Camelot
Un color: Azul
Un carro: Antiguos
Un defecto: Muchos
Honduras: Mi única gran patria
Viaje inolvidable: Londres
Dinero: Necesario
Sueño realizado: Su vida
Sus frases
1. 'Nunca pude imitar los bigotes largos de mi papá y utilizar el aceite que lo afina porque no me crece tanto el bigote en la comisura de los labios. Era muy elegante pero no lo heredé'.
2. 'Conseguí el trabajo en Texaco porque en esa época ser bilingüe era una ventaja. En este tiempo, no ser bilingüe es una desventaja'.
3. 'Mi tío era un gran político y mi papá tenía mucha simpatía por el Partido Nacional, y por eso soy nacionalista por convicción y tradición'.
4. 'Asistí a tomar un semestre de mercadeo a Harvard. Soy catedrático de la Universidad de San Pedro Sula y de La Salle'.
5. 'Un líder en Honduras es quien va a regalar comida a los barrios pobres en época de campaña. Eso es vergonzoso'.
6. 'Tengo un antología de Valle que es casi enciclopédica porque Valle tenía mucho que decir acerca de cualquier tema'.
La colección de caricaturas le da el toque alegre a la decoración de su oficina.
Deportes
Le gusta el raquetball por la fuerza, velocidad y porque la pelota no sale nunca de la cancha.
Música
Prefiere la clásica, incluso fue presidente de la Fundación Filarmónica de SanPedro Sula.
Clases
Cuando estaba en la universidad las dos únicas notas bajas que obtuvo fueron en la clase de música y de lógica matemática. Le iba bien en matemáticas e historia.
Sentimientos
Lo enoja que no se hagan las cosas bien, con orgullo, con entusiasmo. Llora por varias cosas. La última vez fue durante una esposición de Valle al leer un pensamiento del prócer.
Cábalas
Como buen economista, no cree en la suerte, pero el número tres le causa una gran atracción porque 'parece un tigre listo para atacar'. Por eso le puso a su edificio el número 33.
Certificación
En octubre de 1969 el Congreso del Estado de California aprobó una ley que permitía a quienes no fueran ciudadanos norteamericanos optar por ser contadores públicos certificados. Urbizo presentó el examen y logró su certificación.
Tiempo
Señala que el tiempo tiene su tiempo porque hay cosas importantes que ameritan más atención que otras. El amor es una de ellas.
