Además de causarles traumas y hasta la muerte a sus víctimas, los robacarros dejan millonarias pérdidas anuales a quienes venden pólizas de seguros para autos.
El reporte que maneja la Cámara Hondureña de Aseguradores, Cahda, hasta el mes de junio es impresionante.
A la mitad del año ya cuantifican pérdidas por 88.4 millones de lempiras.
San Pedro Sula encabeza la ciudad adonde peor les va. De aquí han robado 176 de los 250 vehículos asegurados, hasta ese período.
Los modelos apetecidos son autos de los últimos cuatro años; en total representan el 65% de los vehículos robados con pólizas.
Otro ilícito que también se ha disparado es el robo de motocicletas.
Por esta causa, el perjuicio para las compañías aseguradoras asciende a 802 mil 860 lempiras, que significa un incremento del 16% en comparación con las cifras de 2008.
Entre los 250 automotores robados hay desde carros de lujo hasta camiones y buses rapiditos.
De ellos sólo fueron recuperados 12. Nueve los encontraron en territorio nacional y tres fuera del país. Según la Cahda, son 33 autos más los robados en relación con ese mismo período el año pasado. Ello significa un 15% más que en 2008.
Blanqueo descarado
Las mafias de robacarros al parecer siguen moviéndose estratégicamente en lo más profundo de entidades públicas como la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI.
La Dirección Nacional de Investigación Criminal, Dnic, señaló que el “blanqueo” o “legalización” de carros clonados continúa dándose probablemente con auxilio de infiltrados en la DEI.
Erick Peñalva, portavoz de la Dnic, señaló que las bandas de rocabarros son mafias bien organizadas con tentáculos en todas las instituciones que les convienen, entre ellas aduanas, fronteras y otras instituciones.
Aunque sus investigaciones han dado frutos al dar con talleres dedicados a la clonación o cambio de códigos de seguridad de motores, chasis y el vin, el ilícito continúa calentándoles la cabeza.
De los tres destinos que estas mafias les dan a los autos robados, la clonación de automotores, generalmente de lujo, es una de las modalidades más lucrativas.
Las compañías aseguradoras por ello sufren millonarias pérdidas, pues los carros nuevos o de agencia generalmente están asegurados.
El director regional de la DEI, Sergio Moreno, explicó que la sección de Matrícula de Carros es la “más caliente de la DEI”. No en vano es la unidad de donde más personal han despedido. “Allí hemos cambiado gran cantidad de empleados. Tener un registro de cada uno de ellos no lo tenemos. Yo fui jefe de Vehículos y encontré empleados que hacían cosas malas y otros que estaban vinculados a cosas (bandas). Los denunciamos, se despidieron, algunas veces la Fiscalía actuó, a veces no. Otros empleados también fueron señalados de que hacían actos de corrupción, pero cuando se les investigó estaban limpios”, dijo Moreno.
El funcionario señaló que la infiltración de las mafias de robacarros le ha costado a la DEI la inversión de muchos recursos.
“A cada rato estamos despidiendo personal porque se prestan para esas cosas”, señaló.
El funcionario explica que la forma de “ayudar” a los blanqueados de carros se da al obviar procedimientos ya establecidos.
“Tal vez no es él quien se lo robó, pero vino alguien y le entregó los documentos. El empleado de la DEI no cumplió con la parte del procedimiento, dejó de hacer un control y registró el vehículo. Entonces él pierde su trabajo porque siempre dejan pistas. Se logra detectar si ese vehículo que se robaron fue denunciado. Por ello es clave que las personas denuncien de inmediato el robo de sus carros”, acotó el funcionario.
En relación con los carros importados, hay más controles, principalmente en las aduanas, pues la mayoría de carros que ingresan al país son producto de subastas públicas realizas en Estados Unidos.
Yónkeres, fuera de control
En toda Honduras ninguna autoridad ha sido capaz de regular el tráfico ilegal de piezas, generalmente distribuidas en los yónkeres.
Moreno señaló que contrarrestar el menudeo de piezas es otra tarea complicada.
Por lo general sólo el motor, el tablero y chasis tienen códigos de seguridad o VIN. El resto del carro es totalmente vendible, desde los asientos hasta los stops. Estas partes para carros de lujo son altamente rentables, pues se venden a buenos precios.
Para cambiar la identidad de un carro sólo se requieren dos herramientas y la pericia de un buen mecánico. Auxiliados con un “pie de rey”, herramienta usada en los tornos y cinceles con números mejor conocidos como troqueles, cambian los códigos alfanúmericos ubicados en puntos estratégicos del automotor.
Un experto en detectar carros robados explicó que pocos clonacarros hacen muy bien el trabajo, pues dejan los números bien alineados y a la distancia que corresponde. Otro ilícito derivado de este “cáncer” es el robo de placas. A diario se reciben decenas de denuncias. A la fecha ya se han robado más de 800 pares de placas, las que delincuentes usan para circular sin problemas.
Si lo asaltan y deciden llevarse su auto
- Deje que se lo lleven, su único objetivo es mantenerse vivo.
- A menos que le indiquen lo contrario, mantenga contacto visual con su agresor.
- Muestre las palmas de sus manos de modo que vean que no lleva armas.
- Si lleva puesto el cinturón de seguridad, indique que se lo va a sacar y hágalo muy lentamente.
- Descienda del vehículo, siempre manteniendo contacto visual. Una vez que haya descendido, con las manos en alto, diríjase hacia atrás del auto.
- Ni bien pueda, diríjase rápidamente a la estación policial más cercana y ponga la denuncia.
Evite ser blanco fácil de los robacarros
- Cuando estacione cierre el auto sin dejar nada a la vista. Lleve los documentos del vehículo con usted y no deje llaves de repuesto en la guantera.
- En algunos centros comerciales o supermercados cuyos estacionamientos están poco custodiados se está produciendo la sustracción de automotores o robos de elementos dejados dentro del vehículo.
-No deje ropa u otro elemento de valor o vistoso a la vista, éstos son siempre motivo de rotura de vidrios o cerraduras violentadas.
-Traté de mantener al día su póliza de seguro.
- Cuando estacione en las vías públicas trate de dejar su auto cerca de donde haya movimiento de personas o en un lugar bien iluminado. Si estaciona en parqueos privados lleve con usted el boleto de estacionamiento porque si a un ladrón le agrada su auto presentando el boleto pagará por usted la estadía y se lo llevará.
- Las barras antirrobo que se instalan en el volante impiden su giro; un candado de calidad con una cadena gruesa, también son buenos elementos disuasivos. En general, los robacarros andan una especie de ganzúa para abrir rápidamente una puerta de algún auto, ponerlo en marcha y luego llevárselo; pero no andan con un soplete de acetileno al hombro.
- Cuando salga de viaje y tenga que dejar su vehículo estacionado en la calle o en parqueos que no conoce, solicite que se le otorgue un lugar adonde el vehículo no necesite ser desplazado y trate de quitarle algún elemento básico para que no arranque. Un mecánico amigo puede indicarle la pieza apta para quitar sin demasiado esfuerzo o conocimiento en la materia.
-De medir la intención de robo, al no poder arrancarlo rápidamente desistirán; este consejo es válido tanto para los autos que quedan dentro de estacionamientos particulares por tiempos prolongados o los que estacionados fuera de su hogar.
- Si observa que su auto ha sido objeto de sustracción, no intente seguirlo, pues los delincuentes no andan solos, seguramente se han bajado de algún otro vehículo, que luego cumple la tarea de vigía. No se enfrente con ellos ni se oponga. Imagine cómo le puede ir si enfrenta a malvivientes que portan fusiles.
