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321,000 hondureños pasan de clase media a pobres en un año

  • 14 mayo 2013 /

Las medidas fiscales del Gobierno obligaron a 321,000 personas a cambiar su estilo de vida.

Los constantes ajustes a los servicios públicos, una los paquetazos fiscales que manda el Gobierno, quienes ganan un salario mínimo están dentro de la categoría media pobre también”, agregó el economista Guillermo Altamirano.

En las economías desarrolladas por ser la clase media la que sostiene la actividad económica del país se registra un ascenso anual; no obstante, en Honduras sucede todo lo contrario, ya que durante los últimos años se presenta un descenso, explicó.

“Basándonos en el INE, a partir de 2009 la clase media viene siendo golpeada a un ritmo de 1% y 2%; pero debido a todas las medidas fiscales que adoptó el Gobierno en 2012 la golpeó en 4.6%, por ello se registra que 321,000 personas que antes estaban en la clase media no pobre ahora están en la categoría de pobres por la limitaciones que hay en el mercado”, señaló.

La postura económica de Altamirano se refleja en el estilo de vida de Behirán Pantoja (32), ingeniero con una maestría que habla inglés perfecto. Se graduó en la Universidad de Caimán Island (UCI), pero hace casi un año fue desplazado a la clase pobre tras perder su empleo.

“Boté mi ingeniería y estoy trabajando de lo que haya para comer, son trabajos esporádicos, como mantenimiento de computadoras, esto es dinero a poquitos”, señaló.

En el mercado laboral hondureño, el ingreso promedio de un ingeniero anda en 30,000 lempiras mensuales que lo ubican en una clase media alta; sin embargo, en el caso de Pantoja al no tener ingreso fijos pasó a la clase pobre.

“No es fácil la vida, nos hemos tenido que limitar al comer, no salimos a los restaurantes”, explicó.

Una de las características de quienes pertenecen a la clase media -a diferencia de la pobre- es que cuentan con recursos disponibles para comer en restaurantes, comprar en malls, salir de paseo en algunas ocasiones y hasta comprar alimentos con un precio mayor.

¿Qué los desplazó?

Entre 2010 y 2012, el gobierno de Porfirio Lobo impulsó ocho reformas fiscales para aumentar las recaudaciones. El año pasado la meta era obtener 52,000 millones; y en 2013, la meta es de 60,000 millones de lempiras.

Para Urbizo, el impacto de impuestos como la tasa de seguridad, el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre el consumo y ahora el pretendido 12% a la canasta básica que se alista en el Congreso Nacional impactan directa e indirectamente en el poder adquisitivo del hondureño. El economista calcula que en los últimos cinco años, el poder adquisitivo de la clase media fue afectado en un 30%, de manera que “si alguien no ha recibido al menos 30% de aumento en los últimos años, entonces tiene menor capacidad de compra ahora”.

En caso de que se aumente en 12% el impuesto a la canasta básica, Urbizo sostuvo que será un impacto directo al bolsillo y poder adquisitivo de esta categoría.

“Hay que entender que la inflación impacta de distinta manera en la canasta básica de cada persona; por ejemplo, hay familias dentro de la clase media que consumen alimentos como el aceite e iban a las comidas rápidas, entonces con este impuesto tendrán menos dinero disponible para salir y ahora consumirán manteca”, ejemplificó.

Devaluación e inversión

El lempira se ha devaluado en un promedio de 1.24 lempiras por dólar desde que se revisó la banda cambiaria. Este factor -dicen los economistas- está muy relacionado con la inflación, ya que los empresarios pagan más lempiras por importar alimentos y este impacto se traduce en alza a la comida. Si a ello se suma que los servicios públicos, como la electricidad, van al alza cada año, el panorama empeora. Hasta abril el promedio del ajuste por combustible representa un pago adicional de 34.97%. De igual manera, al estar el impuesto a la gasolina sujeto al cambio del dólar, los consumidores de la clase media que usan vehículo se ven impactados.

“La devaluación está relacionada con la inflación, pero hay que dejar claro que esto es más importante para la clase media, ya que quien gana 100,000 lempiras al mes no se preocupa si la gasolina o la electricidad subió de precio; pero quien gana 10,000 lempiras al mes debe tener cautela en los gastos”, sostuvo Urbizo.

La disminución en la inversión golpeada por los impuestos que se les receta y la falta de inversión pública del Gobierno también son paquetazos que impactan de forma indirecta en la clase media de Honduras.

Delia Hernández (24) está a punto de graduarse de la carrera universitaria de educación básica, ella cuenta con experiencia en varias áreas, pues se graduó como bachiller; pero debido a la falta de trabajos acordes a su profesión, hace dos meses comenzó a laborar como operaria de una maquila.

“Es deprimente la situación. No me he comprado ropa, los horarios son extensos, la inversión en la educación no me ha dado resultado hasta el momento porque no hay una empresa que considere mi nivel educativo y me contrate”, dijo.

A este reclamo se sumó Pantoja, el ingeniero en sistemas: “Cuando voy a una entrevista me felicitan por mi currículo y porque hablo inglés perfecto, pero no me dan la oportunidad de trabajo. No sé cómo mantener a mi hija de tres años”.

El golpe del ISR

El impuesto sobre la renta (ISR) es otro tributo que ahoga el poder adquisitivo de la clase media. Esta ley manda que las personas naturales domiciliadas en Honduras pagarán un porcentaje anual de su sueldo de conformidad a las escalas de tarifas progresivas: quienes ganan de 0.01 a 110,000 lempiras al año están exentos del pago, quienes reciben anualmente de 110,000.01 a 200,000 deben reportar al Estado 15% de su salario. Asimismo, los empleados que ganan de 200,000.01 a 500,000 deben pagar 20% y los de 500,000.01 en adelante reportarán el 25%.

Urbizo mencionó que aunque los cálculos de cuánto destina una persona de clase media en pago de impuestos directos e indirectos al Gobierno no han sido precisados, se habla de una presión fiscal sobre el producto interno bruto (PIB) de 15%.

“Los impuestos que cobra el Gobierno dividido entre el PIB, anda entre 15% y 16%. En otros países es de 12% y 20%, ¿por qué varía? porque va con el nivel de ingresos per cápita.

En Honduras el ingreso percapita es de 2,100 dólares anuales, lo que es extremadamente bajo para que alguien esté en capacidad de pagar impuestos. No obstante, las sociedades (empresas) pagan 41.5% del ISR, esto es casi confiscatorio, casi la mitad de cada lempira, y es un desincentivo que causa desempleo e impacta en la clase media”, recalcó el economista.

Luisa Arguetta es otro ejemplo del impacto y desplazamiento que sufre la clase media. Tiene 34 años y creyó que graduándose de la universidad habría un cambio en su nivel de vida. “Gano 12,000 lempiras mensuales, pero de mi salario tengo que pagarle más de 21,000 lempiras al año al Gobierno, con eso podría dar la prima de un carro”, agregó.

¿Cómo mejorar el poder adquisitivo?

Para los econonomistas, mejorar el poder adquisitivo es sinónimo de mejorar el nivel educativo, ya que basados en las cifras del INE, “la gente que representa el mejor ingreso es el que tiene un nivel educativo superior, ya que reciben en promedio 13,000 lempiras”, señaló el economista Guillermo Altamirano.

El director regional de trabajo, Norman Portillo, aseguró que cada año los centros educativos lanzan al mercado unos 180,000 jóvenes que buscan lograr un salario para ascender a la clase media; no obstante, reconoció una falla en la estructura del sistema educativo, ya que la educación debería hacerse dependiendo de las áreas en donde viven los nuevos jóvenes que pasarán al mercado laboral. “En la zona sur se puede preparar personas para incentivar las producciones de caña, melón, camarón ya sea a nivel de campo o dentro de las empresas”.

Urbizo destaca que el desarrollo debe ser integral. Tiene que haber programas para incrementar la producción del campo y programas para preparar a las personas para que tengan una profesion u oficio que pague bien, aseguró.

Consecuente con la pirámide de prosperidad de un país, una sociedad debe empezar por implementar justicia, seguridad y confianza para obtener inversión, producción y empleo.

60,000 millones de lempiras busca recaudar el Gobierno en impuestos, los cuales en su mayoría paga la clase media.

8 reformas fiscales recetó el Gobierno a los hondureños durante el período. 2012-2013

12% quiere imponer el Gobierno a los precios de los productos de la canasta básica familiar.