24/11/2025
01:41 PM

300 expedientes de graduación se dañaron por filtraciones de agua

Hace 21 años que los edificios de Educación en Cortés no reciben mejoras.

San Pedro Sula, Honduras.

El edificio más importante para la educación en San Pedro Sula y todo el departamento de Cortés se encuentra como casa abandonada a punto de caerse.

Las instalaciones de la Dirección Departamental de Educación de Cortés están en su peor época a pesar de que el trabajo que allí se desempeña es fundamental para la educación de la zona norte de Honduras. Sus 60 empleados viven a diario una odisea porque deben hacer el trabajo de todo el departamento en las peores condiciones que se requieren.

Por tal razón hacen el llamado a la población y autoridades municipales y del Gobierno para que puedan remodelarlo de la forma correcta.

Tormenta

El mayor problema se encuentra en el techo, vulnerable a vientos y principalmente a la lluvia, que en los últimos días azota con mayor fuerza. Hace dos semanas que el Valle de Sula permaneció en alerta roja; la lluvia penetró hasta las oficinas de expedientes y arruinó al menos 300 documentos de graduación de varios colegios públicos y privados del departamento.

“Tuvimos que gastar el doble porque los papeles se les mojaron a las autoridades. Es imposible que el edificio de la Departamental esté tan mal. Está en San Pedro Sula y Cortés es el segundo departamento más grande de Honduras en educación. Se le debe dar la prioridad correspondiente”, expresó Dolores Méndez, secretaria de un instituto privado de San Pedro Sula.

“Cada vez que llueve el problema es mayor y solucionarlo nos está llevando mucho tiempo”, expresó Juana Fuentes, empleada de la institución.

El comité de mejoras de la Dirección Departamental ha recurrido a actividades de recolección de fondos para poder reunir la cantidad de L350,000 que se necesita para, por lo menos, reconstruir todo el techado del ente educativo.

Foto: La Prensa

El techo de todo el edificio está obsoleto.
Precariedad

El sistema de electricidad no cuenta con la capacidad suficiente para soportar la energía que requieren computadoras, fotocopiadoras, proyectores y la iluminación correspondiente. Cuando la energía se sobrecarga se producen apagones inesperados. Desde 1993 no se realizan cambios en el sistema eléctrico del lugar.

En el edificio, que inicialmente fue una casa, solo hay cuatro servicios sanitarios para los maestros y padres de familia que llegan a realizar sus trámites y ya solo sirven dos de ellos.

Los sanitarios que son para los empleados también están en mal estado y las puertas de acceso ya no funcionan correctamente.

Foto: La Prensa

Los baños despiden mal olor.