Con el objetivo de identificar las zonas con mayor incidencia delictiva o que sirven de refugio a delincuentes de otros municipios, la policía de El Progreso dividió la ciudad en cuatro cuadrantes.
De los 124 barrios y colonias, 17 son considerados como inseguros, mientras que en la zona rural son ocho aldeas las que entran en esta clasificación.
“En algunos de estos barrios, colonias o aldeas no necesariamente ocurren los delitos, sino que son utilizados por los delincuentes como refugio”, aclara el subcomisionado Porfirio Escobar Murillo, titular de la Jefatura Departamental número 18.
Agregó que en las colonias Corocol, Suazo Córdova y Mangandy, ha disminuido considerablemente la incidencia de delitos; sin embargo, siempre se clasifican como lugares de riesgo.
En el caso de la colonia Las Golondrinas, los niveles de inseguridad aumentan durante la época de verano, cuando decenas de turistas llegan a refrescarse al balneario.
Mesas de seguridad
Entre las acciones que menciona el oficial para reducir los índices de inseguridad en los sectores identificados, son los constantes patrullajes, aunque reconoce que el recurso humano y logística resultan insuficientes para brindar un mejor servicio a la ciudadanía.
“Por esa razón, necesitamos que los pobladores se unan a nosotros y no duden en denunciar a sus agresores, de esta forma podremos trabajar de manera integral y disminuir los índices de inseguridad”, dijo.
La Secretaría de Seguridad implementó hace algunos años las mesas de seguridad para apoyo de la Policía; sin embargo, la ciudadanía se rehusa a colaborar, sobre todo en el casco urbano del municipio.
“En la zona rural tenemos conformadas varias mesas de seguridad que han estado trabajando de manera conjunta con nosotros, lo que nos ha permitido mejorar la seguridad”, explica Escobar.
Añade que en el casco urbano las personas son más indiferentes. “Estamos trabajando en la reorganización de las mismas, esperamos tener mayor colaboración”.
No denuncian
Aunque el robo a personas es uno de los delitos más cometidos en El Progreso, apenas cuatro de cada 10 víctimas que denuncian a su agresor, continúan con el proceso judicial correspondiente.
Según datos estadísticos de la Policía Preventiva, en 2009 se registraron 1,179 denuncias y 84 en lo que va del año. De éstas, apenas 545 fueron remitidas a los Juzgados, lo que representa el 46%.
Escobar explica que esto se debe a que son pocos los progreseños que se atreven a denunciar a sus agresores y quienes lo hacen prefieren no seguir el proceso judicial, ya sea por temor o comodidad.
“Aunque la Policía realice las acciones correspondientes, el delincuente termina quedando libre, porque no hay una denuncia en su contra”.
El oficial instó a la población a denunciar a los malhechores, aunque esto signifique invertir algún tiempo para darle seguimiento a su caso.
“Muchos ciudadanos se quejan de la Policía y no le tienen confianza, pero ellos mismos se vuelven cómplices de los delincuentes al no denunciarlos”.
Asimismo, recomendó a las personas que tomen medidas preventivas para no correr el riesgo de ser víctimas.
“En el caso de las personas que salen de sus casas todos los días, deben primero asegurarse de que en el entorno de su vivienda no hayan personas extrañas o sospechosas”.