Entre profusa pesadumbre es despedida esta mañana Keyla Martínez, 26 ,en La Esperanza, Intibucá. La muerte de la joven estudiante de Enfermería, que murió en una celda policial de esta ciudad, el domingo por la madrugada, ha desatado una ola de indignación, ira y consternación en la población de Honduras.
En horas de la mañana, la congregación de la iglesia Rey de Reyes de la localidad occidental, despidió a Keyla Martínez. El féretro de la joven permaneció en la iglesia, adonde se acercaron esperanzanos y hondureños, que se trasladaron de diversos puntos de la geografía nacional, para darle el 'último adiós'.
Compañeros y colegas de profesión compartieron experiencias en labores junto a Keyla Martínez. Una mujer compañera identificada solo com Virginia describió a la joven como 'una persona linda, buena, amable, entregada y profesional', al mismo tiempo envió un mensaje a las autoridades: 'No pueden irrespetar más a la población. No más daño. Muchas mujeres están siendo violentadas... es un antes y un después. Todas las mujeres estamos en alerta'.
La madre de Keyla viajó desde España para darle el último adiós a su hija.
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El hecho fue declarado como crimen de homicidio por el Ministerio Público ayer, en un informe que confirmó las sospechas de la opinión pública en la que descartaban se tratase de un suicidio, como dictó un informe policial posterior a la muerte de Martínez, el lunes.
Martínez fue detenida, junto a un médico y amigo, la noche del sábado 6 de febreor; la estación policial de La Esperanza informó que los jóvenes habían incumplido el toque de queda y habían causado escándalo público.
Sin embargo, horas después de ser trasladados a las celdas de la estación, la joven moriría por asfixia mecánica, como confirmó la autopsia de Medicina Forense del Ministerio Público.