22/04/2024
03:56 PM

El hambre y la obesidad suben sin control en Latinoamérica

El 6.1% de los habitantes de la región pasa hambre y 250 millones de personas, equivalente al 60% de la población, viven con sobrepeso, precisó la FAO.

Santiago, Chile

El hambre creció en 2017 por tercer año consecutivo en América Latina y el Caribe, donde 39.3 millones de personas padecen ese problema y un incremento descontrolado de la obesidad y el sobrepeso, señaló el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Publicación
El informe Panorama de la FAO tiene 10 años analizando en la región los desafíos de seguridad alimentaria y nutricional.

El 6.1% de los habitantes de la región pasa hambre y 250 millones de personas, equivalente al 60% de la población, viven con sobrepeso, precisó la FAO.

Las cifras forman parte del informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2018”, elaborado con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP).

El informe, difundido la semana pasada en la sede regional de la FAO, en Santiago de Chile, destaca que el hambre ha tenido una tendencia al alza en los últimos años, con un incremento de 200,000 personas desnutridas entre 2015 y 2016 y de 400,000 entre 2016 y 2017, cifras que muestran que “la velocidad del deterioro está aumentando”.

Crítico

El país en el que más aumentó el hambre es en Venezuela, donde la cifra de personas desnutridas se disparó en 600,000 entre los años 2014 y 2017, y alcanzó los 3.7 millones de personas, el 11.7% de la población.

Enfoque
El informe se centró en la desigualdad, un tema vital para la región por alcanzar la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.

La crisis política, económica y social en ese país ha dilapidado los avances en la erradicación del hambre, que entre 2000 y 2010 pasó del 16.3 al 3.6%, señaló el informe.

Además de Venezuela, en Argentina y Bolivia el número de personas desnutridas ha subido año a año desde el 2014.

Sin embargo, Haití sigue siendo el país de la región con una mayor incidencia del hambre con cinco millones de personas.

Esto representa, el 45.7% de su población, seguido de México con 4.8 millones, equivalente al 3.8% de los habitantes.

Pese a esto, Haití y México, junto con Colombia y República Dominicana, son los únicos cuatro países latinoamericanos en los que las cifras de desnutrición han disminuido desde 2014.

Las estimaciones recientes sobre la subalimentación en la región latinoamericana no solo muestran un cambio de tendencia, sino también una aceleración del aumento del hambre en comparación con el incremento del año anterior, indica la FAO en su informe.

Ni mejor ni peor

En 11 países la cantidad de personas subalimentadas se mantuvo sin cambios durante 2017: Chile, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Jamaica, Nicaragua, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú.

Según el informe, en cuanto a personas que padecen hambre, Brasil, Cuba y Uruguay son los tres únicos países de la región latinoamericana que presentaron porcentajes inferiores al 2.5% de su población.

Obesidad

Además de este aumento sostenido del hambre en Latinoamérica, la obesidad y el sobrepeso se han convertido en la mayor amenaza nutricional de la región.

“La obesidad está creciendo descontroladamente. Cada año estamos sumando 3.6 millones de obesos a esta región”, señala el informe.

“Unas 250 millones de personas viven con sobrepeso, el 60% de la población regional. La situación es espantosa”, manifestó el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.

Unas 820.8 millones de personas no tienen una alimentación con la cantidad de calorías para llevar una vida activa y saludable.

Alimentos saludables

La directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne, señaló en el informe que el problema debe abordarse con un “enfoque multisectorial” que incluya desde asegurar el acceso a alimentos saludables hasta otros factores sociales como el acceso a la educación, el agua y los servicios de salud.

“Debemos avanzar en el acceso a la salud universal para que todas las personas puedan recibir la atención y medidas de prevención que necesitan por temas de malnutrición y sus consecuencias a largo plazo”, indicó la responsable de la OPS.

El “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2018” analiza en un capítulo especial el estrecho vínculo entre la desigualdad económica y social y los mayores niveles de hambre, obesidad y malnutrición de los sectores más vulnerables.

El 8.4% de las mujeres de la región viven en condición de inseguridad alimentaria severa.

Mientras que en los hombres el porcentaje es del 6.9%.

Las desigualdades se hacen notar también en la nutrición infantil.

La directora regional del Fondo de Unicef, María Cristina Perceval, afirmó que la obesidad infantil también tiene una mayor incidencia entre los sectores más pobres.

“Estos se enfrentan a condiciones de alta vulnerabilidad social y económica y sufren el acceso inequitativo a servicios de salud y a dietas saludables”, señaló.

La desigualdad

Según asegura la FAO, la elevada desigualdad presente en la región, es un reflejo de que los beneficios del crecimiento económico no se han distribuido de forma equitativa en la población.

En promedio, los sectores socioeconómicos más ricos de América Latina y el Caribe concentran cerca del 38% de los ingresos en contraste con el 10% de la población más pobre que cuenta con el 1.3%.

Mantener tasas elevadas de desigualdad puede acentuar los problemas ocasionados por las distintas formas de malnutrición, algo que tiene efectos a largo plazo.

Además, esto conlleva a que los problemas nutricionales afecten sobre todo a los grupos más rezagados, traspasándose entre generaciones, manteniéndose ocultos en los promedios regionales y nacionales, dice la FAO.

Retos no cumplidos

La organización también añade que la región de América Latina y el Caribe se aleja del cumplimiento del objetivo de “hambre cero”.

Según la FAO, el crecimiento en las cifras de personas que pasan hambre en los índices de Latinoamérica se debe en gran medida al aumento de la subalimentación en Sudamérica.

“De igual forma, la inseguridad alimentaria grave ha aumentado en comparación con el año anterior, siendo una situación que afecta sobre todo a las mujeres en comparación con los hombres, brecha que se ha incrementado en los periodos de medición del indicador”, describe el documento.