Comayagua, Honduras.
Se le conoce por ser la cuna del expresidente de Honduras, Roberto Suazo Córdova, pero La Paz es también tierra de atractivos turísticos muy poco promocionados. Las calles pavimentadas de su casco urbano, sus bulevares y sus monumentos que datan de la administración del mandatario paceño le dan aires de modernidad.
Aparte de su parque principal Francisco Morazán, la cabecera municipal tiene La Plaza Elena de Carías con una moderna concha acústica para eventos culturales y un monumento a la madre rodeado de predios encantados que invitan al descanso y la meditación. La plaza tiene al frente la iglesia de la Virgen de Dolores, patrona de La comunidad, cuya feria se celebra en el mes de noviembre, entre el olor a pan y estofado paceño. Como custodiando la plazoleta se encuentra allí mismo el edificio centenario de la Casa de la Cultura, con un solo torreón que no se rinde ante el paso del tiempo.
La devoción de los pobladores se ve reflejada, además, en la iglesia Las Mercedes y en la ermita de la Virgen del Perpetuo Socorro. Esta fue construida de mármol en una colina desde la cual se domina la ciudad, prendida como un broche en el Valle de Comayagua. Cerca de allí, subiendo a la zona cafetalera de Tepanguare, hay dos balnearios de aguas termales, un canopy y un centro de retiro con arquitectura española.
A los amantes de la aventura les encanta visitar la Cueva del Viejo que, según se dice, comunica con las cuevas de Taulabé en Siguatepeque.
En Yarumela, al este de la ciudad, está el sitio arqueológico El Chircal, del que se han rescatado reliquias mayas y lencas. Una escalinata de piedra perdida en medio de la vegetación reta a los investigadores a desentrañar su misterio.
Se le conoce por ser la cuna del expresidente de Honduras, Roberto Suazo Córdova, pero La Paz es también tierra de atractivos turísticos muy poco promocionados. Las calles pavimentadas de su casco urbano, sus bulevares y sus monumentos que datan de la administración del mandatario paceño le dan aires de modernidad.
Aparte de su parque principal Francisco Morazán, la cabecera municipal tiene La Plaza Elena de Carías con una moderna concha acústica para eventos culturales y un monumento a la madre rodeado de predios encantados que invitan al descanso y la meditación. La plaza tiene al frente la iglesia de la Virgen de Dolores, patrona de La comunidad, cuya feria se celebra en el mes de noviembre, entre el olor a pan y estofado paceño. Como custodiando la plazoleta se encuentra allí mismo el edificio centenario de la Casa de la Cultura, con un solo torreón que no se rinde ante el paso del tiempo.
La devoción de los pobladores se ve reflejada, además, en la iglesia Las Mercedes y en la ermita de la Virgen del Perpetuo Socorro. Esta fue construida de mármol en una colina desde la cual se domina la ciudad, prendida como un broche en el Valle de Comayagua. Cerca de allí, subiendo a la zona cafetalera de Tepanguare, hay dos balnearios de aguas termales, un canopy y un centro de retiro con arquitectura española.
A los amantes de la aventura les encanta visitar la Cueva del Viejo que, según se dice, comunica con las cuevas de Taulabé en Siguatepeque.
En Yarumela, al este de la ciudad, está el sitio arqueológico El Chircal, del que se han rescatado reliquias mayas y lencas. Una escalinata de piedra perdida en medio de la vegetación reta a los investigadores a desentrañar su misterio.