26/04/2024
07:10 PM

Tegucigalpa, sin un plan para afrontar cierre de Toncontín

Empresarios advierten que el traslado de operaciones a Palmerola causará un fuerte impacto en la economía, turismo y comercio local.

    Tegucigalpa, Honduras.

    El avance y la pronta terminación de las obras del aeropuerto de Palmerola en Comayagua, estimadas para finales de 2019, han reabierto la preocupación de los capitalinos en torno al cierre de operaciones de la terminal de Toncontín, pero sobre todo por la ausencia de un plan para afrontar el impacto que eso tendrá en el empleo y la economía local.

    Las operaciones diarias de Toncontín representan el principal medio de subsistencia para miles de personas y decenas de negocios, comercios y pequeños emprendedores como maleteros, taxistas, lustrabotas y cambistas de divisas que operan dentro y afuera de la terminal aérea y que se verán seriamente afectadas por su cierre.

    Los empresarios capitalinos estiman que el traslado de las operaciones a Palmerola causará un fuerte e incalculable impacto en la economía y en el turismo local, pero particularmente en cientos de trabajadores y pequeños emprendedores.

    En los alrededores del aeropuerto funcionan centros comerciales, farmacias, restaurantes, ventas de comida rápida, gasolineras y casas de cambio que con el inminente cierre de Toncontín experimentarán una importante merma de clientes e ingresos.

    En tanto, dentro de la terminal operan negocios de comidas, cafés, rentadoras de vehículos, tiendas de suvenir y artesanías, a lo que se suman los servicios que ofrecen los cambistas, los maleteros, taxistas, microbuses, lustrabotas y los vendedores de revistas y periódicos.

    Se prevé que todas estas actividades se trasladarán al nuevo aeropuesto, pero eso implicará un costo bastante alto para los comerciantes.



    Por lo pronto no existe ningún plan gubernamental o municipal para efectuar esa transición y evitar en lo menos posible el impacto sobre miles de familias que dependen económicamente de las actividades diarias de esta terminal.

    El contrato de concesión de Palmerola incluye el cierre de las actividades comerciales de vuelos nacionales e internacionales en Toncontín, una vez que entre en operaciones el nuevo aeropuerto internacional en Comayagua.

    Para tal fin, el Gobierno tendrá un plazo de 90 días para formalizar el cierre de sus operaciones, de lo contrario tendrá que pagar a la concesionaria Inversiones Emco S.A de C.V una multa mensual de 800,000 dólares.

    Se espera que Toncontín quede operando únicamente para vuelos y conexiones nacionales, para lo cual se adaptará una terminal pequeña debido a que el flujo de pasajeros será muy bajo, entre 200 y 300 pasajeros diarios.

    Juan Carlos García, regidor de la Corporación Municipal de Tegucigalpa, admitió que a pesar de su importancia este es un asunto que no se ha tratado dentro del cuerpo corporativo en vista de que han estado resolviendo otros problemas que aquejan a la capital. No obstante, indicó que ante el avance acelerado de las obras del nuevo aeropuerto es urgente abordar este caso con los diferentes sectores de la sociedad capitalina, especialmente con los empresarios.

    “Este es un asunto al que hay que ir poniéndole pensamiento porque se supone que en 2019 entra en operaciones Palmerola. Antes de hacer cualquier propuesta vamos a hablar con la Cámara de Comercio y otros sectores para crear una mesa y discutir este tema a ver qué ideas surgen”, apuntó el regidor nacionalista.

    Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), dijo que se han hecho estudios que indican que la economía y el turismo local se verían seriamente afectados con el cierre de operaciones de Toncontín.

    “Nosotros estimamos que el traslado de operaciones de Toncontín tendrá un impacto en la economía de Tegucigalpa, no solo por las labores alrededor de los empleos que se generan en el aeropuerto como centro de trabajo, sino que a la larga el comercio también se vería perjudicado”, vaticinó.

    Medina advirtió que muchas personas que tienen su negocio o trabajan dentro o fuera del aeropuerto posiblemente no tengan la capacidad de trasladarse a Comayagua, así como hoteles, restaurantes y centros comerciales que perderían una cantidad considerable de clientes.

    El representante empresarial consideró que los sectores más perjudicados serían el turismo, luego el comercio y por último los negocios de servicios.

    Dijo que la CCIT ha propuesto que para evitar un impacto fuerte en la economía de la capital el Gobierno debe dejar operativo el aeropuerto para vuelos nacionales e incluso regionales, por ejemplo a El Salvador o Nicaragua, cuyas distancias son cortas.

    “Sugerimos al Gobierno en algún momento que Toncontín debe quedar operativo aunque sea para vuelos nacionales y que se pueda mantener el transporte entre Tegucigalpa y San Pedro Sula y otros destinos locales, porque va a ser ilógico que se tenga que viajar a Palmerola solo para un vuelo de 10 y 20 minutos”, acotó.

    Epaminondas Marinakys, presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), no cree que el impacto sea tan fuerte en el turismo, ya que más bien esa actividad se verá fortalecida con la apertura de Palmerola.

    Marinakys valoró que Toncontín ha cumplido una función importantísima para Tegucigalpa y sus alreredores como el aeropuerto natural y más cercano a los destinos del sur, centro y norte del país. No obstante, reconoció que tiene muchas limitaciones que hacen la aproximación sea bastante difícil y tenga que cerrarse por la noche. “La decisión de abrir Palmerola como el aeropuerto de Tegucigalpa es una buena decisión porque eso nos va a traer muchos beneficios no solo para el turismo, sino para el comercio, la industria y las inversiones y va a creer un polo de desarrollo en Comayagua”, expuso.

    Estimó que el hecho que Palmerola opere las 24 horas permitirá la presencia de un mayor número de aerolíneas y habrá una reducción de los pasajes aéreos porque va a traer competencia. No obstante lo anterior, dijo que la Canaturh es de la posición que Toncontín debe seguir operando para vuelos nacionales.