Cuando los adultos consumen productos del tabaco en el hogar o en un auto, entre otras situaciones, las niñas, los niños y los adolescentes que están cerca son particularmente vulnerables a los efectos nocivos del humo de tabaco.
El humo de segunda mano puede afectar su desarrollo pulmonar, aumentar el riesgo de infecciones respiratorias y contribuir a enfermedades cardiovasculares a largo plazo. Es decir, el humo cercano daña el derecho a la salud de niños y adolescentes.
Un grupo internacional de investigadores, liderados por científicos del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona, España, estudió la relación entre la exposición infantil al humo de tabaco y los cambios en la metilación del ADN.
Aportó pistas clave sobre las posibles consecuencias epigenéticas de la exposición del humo sobre la infancia. El estudio fue publicado en la revista Environment International.
En diálogo con Infobae, una de las coautoras del estudio, Mariona Bustamante, que trabaja en ISGlobal, la Universidad Pompeu Fabra y en el Centro de investigación biomédica en red en epidemiología y salud pública (CIBERESP), comentó: “Los cambios epigenéticos se han asociado a diferentes enfermedades, siendo el cáncer el ejemplo más paradigmático, pero también la obesidad o el neurodesarrollo”.
¿Cómo afecta el humo a los niños?
La exposición al humo de tabaco en la infancia estaba vinculada a múltiples problemas de salud. Investigaciones previas habían identificado su asociación con un mayor riesgo de asma, enfermedades cardiovasculares, infecciones respiratorias y trastornos en el desarrollo neurológico.
Se había demostrado, además, que la exposición prenatal al tabaco afectaba la metilación del ADN, lo que sugería posibles cambios epigenéticos con efectos persistentes en el tiempo.
No obstante, el impacto de la exposición postnatal al humo de segunda mano sobre la metilación del ADN no había sido ampliamente estudiado.
El nuevo trabajo se propuso evaluar si la exposición infantil al humo de tabaco estaba relacionada con modificaciones en la metilación del ADN en la sangre y, en caso afirmativo, identificar los sitios específicos donde ocurrían estos cambios.
En palabras de los investigadores, “estos hallazgos destacan los posibles efectos biológicos del humo de segunda mano en la metilación del ADN sanguíneo infantil, lo que respalda la necesidad de seguir explorando los factores epigenéticos que median los efectos nocivos de esta exposición”.
Ante los riesgos que implica, los científicos enfatizaron la importancia de reducir la exposición de los niños al humo de tabaco en ambientes cerrados. “Las políticas de salud pública deben enfocarse en minimizar la exposición infantil al humo de tabaco, especialmente en espacios donde los niños pasan la mayor parte del tiempo, como los hogares y los vehículos”, señalaron los autores.