Familiares de reclusas oran en las afueras de la cárcel de la Cefas

En las afueras de la cárcel en donde se registraron más de 40 mujeres muertas, muchas personas se han reunido para pedir información de sus familiares.

Familiares llegaron al recinto desde diversas zonas de país y se mantienen a la expectativa para conocer si su familiar están entre las víctimas.

Las imágenes son desagrradoras, madres buscando información de sus hijas.

“Exigimos seguridad para ellas -privadas de libertad- porque estar ahí es peor que estar afuera”, mencionó otra de las personas que buscaba respuestas sobre su familiar. “No es justo lo que está pasando, exigimos a las autoridades que nos ayude y nos de el listado de las personas fallecidas para salir de la incertidumbre, no aguantamos más”, dijo.

En las calles que dan acceso a la cárcel, hay una gran cantidad de medios y de personas que buscan información de sus parientes.

Lo único que saben es lo que en medios se informa, hay decenas de muertas, pero pocas identidades han sido reveladas.

Hay resguardo policial y militar para cuidar la integridad de las families aglomeradas.

Antes el desespero porque el tiempo hace que caigan en desesperación comienzan a clamar a Dios para que sus familiares no aparezcan en a lista de más de 41 muertas tras la reyerta de este martes 20 de junio.

“Estamos pidiendo los nombres de las personas que fallecieron o que estén vivas. ¿Cómo es posible que en las cárceles puedan entrar armas? No me explico”, cuestionó uno de los familiares.

Otro grupo se encuentra en las afuera de la morgue capitalina esperando que den los nombres de las víctimas mortales de la reyerta.

Las autporidades penitenciarias han dicho que hay 25 personas confirmadas como muertas, pero aún buscar reconocer a otras que quedaron calcinadas al interior de la cárcel.

De acuerdo a testigos, mujeres armadas prendieron fuego a un módulo en el que habían 25 personas y luego comenzaron a matar a otras reclusas en distintas partes de la cárcel ubicada en Francisco Morazán.

Y mientras las horas pasan, la angusticia crece entre los familiares de las reclusas.