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Quién es Masako, la 'princesa triste' que ocupa el Trono de Crisantemo
La nueva Emperatriz de Japón: la mariposa que se transformó en oruga
- 30 abril 2019 /
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1 / 13Naruhito es el nuevo emperador de Japón tras la abdicación de su padre Akihito, con lo que se abre una nueva era bautizada Reiwa ('Bella armonía'). Masako Owada, la llamada 'princesa triste' se convierte en emperatriz del Trono de Crisantemo.
La nueva emperatriz de Japón ha roto varios moldes y superado muchos desafíos, aunque, finalmente, fue devorada por el rígido protocolo imperial nipón, que terminó consumiéndole el espíritu. -
2 / 13Nació con el nombre de Masako Owada pero al incorporarse a la familia imperial nipona perdió su apellido y muchas cosas más: la emperatriz de Japón optó por dejar de lado su independencia y su incipiente carrera profesional para sacrificarse totalmente por el trono.
Masako, de 55 años, la esposa de Naruhito, ha tenido varios sobrenombres, aunque el que más ha calado es el de 'La princesa triste'. Lejos está la época en la que en la escuela o en la universidad llegaron a llamarla 'cerebrito'.
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3 / 13Masako forjó su educación y su cultura en varios países. De niña se imaginó como veterinaria, pero con el tiempo se inclinó por la diplomacia, siguiendo la senda de su padre, y para eso se preparó a fondo.
Se graduó con honores en el Departamento de Economía de Harvard y trabajó en la división de Norteamérica del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde ingresó tras aprobar un examen al que se presentaron 800 personas y que aprobaron 28, solo tres de ellas mujeres.
Con todo ello, Masako Owada estaba lista para comerse el mundo, pero cuando fue invitada en 1987 a una recepción en honor de la infanta Elena de España, de visita en Tokio, su vida comenzó a dar un giro radical, porque allí conoció a Naruhito, con quien contrajo matrimonio el 9 de junio de 1993. -
4 / 13'Usted debe ser la señorita Owada. Me alegro de que haya venido', dicen las crónicas que le dijo Naruhito a Masako en el intercambio de uno o dos minutos que tuvieron en esa recepción.
Siguieron siete años de cortejo de parte de Naruhito, con largas interrupciones, porque Masako se negaba en principio a abandonar su carrera para incorporarse a la familia imperial nipona.
Al igual que su suegra, la emperatriz Michiko, Masako no tiene sangre real. Comenzó a destacar en un mundo profesional dominado por hombres, y, por si fueran pocos moldes rotos, tardó tiempo en aceptar convertirse en emperatriz.
No fue hasta el 12 de diciembre de 1992 cuando, finalmente, Masako le dijo 'sí' a Naruhito, y la boda llegó el 9 de junio de 1993. -
5 / 13Pero ahí no comenzó un cuento de hadas. Ahí se acabó Masako Owada y empezó 'la princesa triste'. Porque la futura emperatriz cayó en las redes del rígido protocolo y de las presiones para que diera pronto un heredero imperial.
Esas presiones llevaron a su progresivo aislamiento en 2003. Primero por una afección cutánea de la que tardó en recuperarse y luego por lo que llegó a calificarse oficialmente como un 'desorden de ajuste', aunque los expertos lo llaman directamente depresión.
Naruhito, que como parte del cortejo había prometido a Masako protegerla del rígido sistema de la Casa Imperial, estalló en una rueda de prensa que dio el 10 de mayo de 2004.
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6 / 13Aiko, princesa Toshi de Japón nació el 1 de diciembre de 2001 en Tokio y es la única hija de sus majestades imperiales los emperadores Naruhito y Masako de Japón.
Según su biografía, se le dio el nombre de Aiko en una ceremonia, la cual se realiza tradicionalmente al séptimo día del nacimiento. Aiko, escrito con la letra kanji, letra utilizada también para 'amor' y 'niño', se refiere a una persona que ama a los demás. -
7 / 13Foto de archivo del emperador de Japón Naruhito, su esposa, la emperatriz Masako, y la hija de ambos, la princesa Aiko mientras dan un paseo por los jardines del Palacio Togu en Tokio, Japón, el 24 de noviembre de 2005.
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8 / 13Masako es hija de Hisashi Owada, que llegó a ser secretario general del Ministerio de Exteriores de Japón, como parte de una carrera en la diplomacia, en el mundo universitario y en los tribunales internacionales que le forzó arrastrar consigo a su esposa Yumiko y a sus tres hijas.
Es por eso que Masako habla seis idiomas, dos de ellos con gran fluidez (inglés y francés), además del japonés. Pero la vida de expatriada llevó consigo la desconexión con su país, un defecto que ha sido muy utilizado por sus críticos.
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9 / 13'La princesa Masako ha trabajado duro para adaptarse al entorno de la casa imperial durante los últimos diez años. Pero, por lo que veo, creo que ha quedado completamente exhausta intentándolo', dijo en una ocasión el nuevo emperador de Japón. -
10 / 13Akihito trabajó para conferir al rol constitucional una esencia de 'símbolo de la unidad del pueblo', y Naruhito promete seguir los pasos de su padre.
Ha dejado claro que continuará obrando para que las generaciones futuras conozcan los abusos cometidos por Japón durante la guerra y apoyando a las víctimas de catástrofes naturales.
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11 / 13Foto de archivo del príncipe heredero Naruhito de Japón y su esposa, Masako acompañados por el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, durante una foto de grupo tras la ascensión al trono del rey Guillermo Alejandro de Holanda en el Palacio Real en Amsterdam (Holanda) el 30 de abril de 2013.
Historiador de formación y proclive a saltarse la tradición y el rígido protocolo imperial, el emperador de Japón, Naruhito, está a llamado a avanzar en la modernización de la monarquía reinante más antigua del mundo.
Naruhito, de 59 años, es el emperador nipón número 126 al ascender al Trono de Crisantemo este 1 de mayo, cuando heredará el cargo tras la abdicación de su padre, Akihito, así como su legado al adaptar una institución milenaria al Japón contemporáneo. -
12 / 13De mariposa a crisálida, y de crisálida a oruga: poco a poco Masako está apareciendo en público cada vez más, aunque lejos de la intensidad que sus funciones requieren. Los numerosos actos para conmemorar la coronación a partir del 1 de mayo representan un nuevo desafío para la emperatriz.
Ya lo había anticipado en una tarjeta navideña de despedida que escribió a sus padres antes de que se anunciara oficialmente su compromiso: 'Nos esperan tiempos duros, pero espero superarlo'.
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13 / 13El martes 30 de abril, Akihito, de 85 años, cerró su reinado en una corta ceremonia de diez minutos en el Salón del Pino (Matsu-no-Ma), considerado el más elegante salón del palacio imperial.
Con un traje chaqué, pronunció un breve discurso: 'Expreso desde el fondo de mi corazón mi gratitud al pueblo de Japón que me aceptó como símbolo del Estado y me apoyó', leyó, en alusión a su papel inscrito en la Constitución, en vigor desde 1947 y en la que el emperador dejó de tener un estatuto de semidiós.