Ariel y Lolaida, los padres de Cataleya, relataron cómo, desde el 3 de noviembre, comenzaron a buscar ayuda médica para su hija, quien presentó fiebre de 39 grados. “Mi hija estaba muy mal, pero nadie escuchó mis súplicas”, expresó Lolaida entre lágrimas. A pesar de informar que un primo de Cataleya había fallecido recientemente por la misma bacteria, la doctora del Centro de Salud Sarcobamba desestimó la gravedad del caso, recetando solo amoxicilina e ibuprofeno.