Hitler lideró un potente ejército con armas muy sofisticadas y tecnológicas con las que estuvo a punto de conquistar a Europa.
2 / 10
El Horten Ho 229: Este moderno avión bombardero podía alcanzar velocidades próximas a los 1.000 kilómetros por hora y volar a casi 49.000 pies de altura, transportando hasta 900 kilos de armas.
3 / 10
El Horten Ho estaba equipado con dos motores de turborreacción, de él se dice que fue el primer avión indetectable por radar creado por un ejército. Sin embargo, sus habituales problemas técnicos provocaron que no llegase a tener presencia regular en combate.
4 / 10
Goliath: Soldados nazis posan con una mina dirigida por control remoto que podía dirigirse utilizando una especie de joystick y se movía gracias a dos motores eléctricos.
5 / 10
El Messerschmitt Me 163 Kometh: Este avión pulverizó todos los récords de velocidad aérea en el momento de su aparición. Creado a comienzos de los años treinta, podía volar a más de 1.000 kilómetros por hora.
6 / 10
Los aviones estadounidenses de la misma época no superaban los 710 kilómetros por hora. Hitler ordenó construir más de 300, aunque precisamente esa rapidez en el aire hacía que fuesen difíciles de manejar durante las batallas.
7 / 10
La Fritz-X era una bomba dirigida por radio. Un explosivo de más de 1.500 kilos que podía ser guiado con gran precisión hacia los objetivos marcados, lanzándose desde 20.000 metros de altura. Los especialistas del ejército aliado calculan que podía atravesar armaduras de defensa de hasta 28 pulgadas.
8 / 10
En cuanto alcanzó el poder y comenzó a desarrollar sus planes, Adolf Hitler se aseguró de integrar en las filas nazis a los mejores científicos e ingenieros.
9 / 10
Los tanques nazis eran muy sofisticados en comparación con los de sus rivales más fuertes, entre estos los estadounidenses.
10 / 10
El ejército nazi pudo dar un importante salto cualitativo en el apartado tecnológico, fabricando sofisticadas armas que utilizaría durante la II Guerra Mundial.