Radiografía del caso: A Wilson Pérez le dispararon con pistola robada y fue torturado rumbo al hospital
El Ministerio Público continúa destapando más información a cinco meses de la muerte del barrista.
- 25 octubre 2022 /
- 1 / 12
Cinco meses después del asesinato del joven aficionado Wilson Ariel Pérez Hernández, comienzan a surgir nuevos detalles sobre su muerte, la cual, según confirman las investigaciones, sí habría sido cometida por agentes policiales.
- 2 / 12
El 29 de mayo de 2022 se celebraba en Honduras la final de fútbol de la Liga Nacional. El Motagua y el Real España se disputaban el título y la algarabía de ambas barras se sentía en el Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, al norte del país.
- 3 / 12
El Motagua resultó ganador, lo que provocó que algunos aficionados del equipo rival comenzaran a invadir la grama y a causar disturbios en las graderías. Uno de ellos fue el joven Wilson Pérez, quien aparece en esta imagen usando un pantalón jeans y una camiseta gris con líneas negras y rojas, a unos cuantos metros de dos agentes policiales que dialogan con otro ciudadano.
- 4 / 12
Instantes después, Wilson se acercó a una policía y la pateó por la espalda, provocando que ella cayera aparatosamente por las gradas y rodara varios metros hacia abajo.
- 5 / 12
Luego de cometer la agresión, el joven huyó de la escena en veloz carrera. Los demás policías y aficionados no pudieron detenerlo y la oficial fue llevada a un centro médico, donde afortunadamente se confirmó que sus heridas no eran graves.
Todo quedó grabado en vídeo y su fotografía se viralizó en redes sociales.
- 6 / 12
Dos días después, la Policía Nacional informó que Wilson murió tras un enfrentamiento entre pandilleros y agentes de orden. Fue llevado al hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarlo.
- 7 / 12
La repentina muerte del aficionado generó consternación y dudas en la población, por lo que el comisionado de la Policía Nacional, Miguel Martínez Madrid, dijo que “Según el informe, él llegó vivo al hospital. Los policías se dieron cuenta de quién era él hasta que los médicos les entregaron la identidad de él. Se dieron cuenta que se trataba del individuo que estaban buscando ayer”.
- 8 / 12
Pero luego de una investigación, la Fiscalía acusó al subcomisario Carlos Roberto Escobar Mejía, el subinspector Luis Armando Sauceda Santos, el agente de investigación Bayron Patricio Zelaya Gálvez y la agente Chelssi Patricia Sandres Hernández.
- 9 / 12
A Escobar Mejía se le acusa de los delitos de asesinato, tortura y simulación de infracción inexistente, mientras que al subinspector Sauceda Santos por el delito de encubrimiento de asesinato.
Al agente Zelaya Gálvez se le presume responsable de los delitos de encubrimiento de asesinato y encubrimiento de tortura y a la agente Sandres Hernández por el delito de falsificación de documentos públicos, específicamente, por la elaboración de un reporte de denuncia falsa.
- 10 / 12
La investigación del Ministerio Público indica que dos equipos de policías asignados a la extinta Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP) llegaron el 31 de mayo a la colonia Nueva Esperanza de San Pedro Sula e ingresaron a la vivienda donde él residía.
Al sentirse acorralado, Wilson corrió para escapar, por lo que fue perseguido y blanco de los disparos de los agentes. Uno de los proyectiles impactó en la espalda del joven de 20 años, provocando que cayera herido sobre una acera.
Una vez alcanzándolo, procedieron a subirlo al vehículo en el que se conducían y “ahí lo sometieron y lo torturaron, cuando lo trasladaban al Hospital Mario Catarino Rivas, donde murió”.
- 11 / 12
La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) levantó en la escena del crimen una pistola, marca Girsan, serie T6368-11 G 00020, que según el Ministerio Público, fue hurtada por agentes de la FNAMP en fecha 16 de octubre del 2020 en operativo realizado en Quimistán, Santa Bárbara.
- 12 / 12
Las investigaciones señalan que el arma con la que se habría ultimado a Wilson Pérez solo pudo haber estado en manos de los policías.