Sicarios persiguieron a víctima y la remataron cuando chocó

La víctima luchó por su vida acelerando el vehículo que conducía, un Nissan Urvan, pero un sicario lo alcanzó y le infirió varios y certeros disparos en el cuerpo.

Los sicarios, de acuerdo con primeros y escuetos testimonios de vecinos, esperaron a que la unidad recorriera una de las calles de tierra de la colonia Guadalupe en la periferia de San Pedro Sula para atacar mortalmente a la víctima.

Al percatarse del ataque con el que pretendían acabar con su vida, el conductor de la unidad de la empresa Etramevas, que cubre la ruta entre esa colonia, el centro de la ciudad y la Gran Central Metropolitana, intentó huir, pero, herido y desorientado, chocó contra un camión repartidor de producto que estaba estacionado en ese pasaje.

Roberto Antonio Pineda González tenía 34 años de edad y murió en el ataque mortal cuyo móvil es desconocido.

Los sicarios tuvieron tiempo para corroborar que el conductor había muerto y huyeron entre los pasajes de esa colonia. No había presencia policial y los vecinos se niegan a dar más detalles, dado el riesgo que implica.

González chocó contra un camión repartidor y un sicario aprovechó que estaba indefenso para dispararle en más ocasiones.

Aunque agentes de la policía llegaron al sitio, no había rastro de los sicarios. Se desconocen sus identidades y la autoridad no ha dado más detalles, aunque dijeron que comenzarían las investigaciones del caso.

El ataque mortal se suma a la oleada de crímenes que azotan este rubro, uno de los más peligrosos del país por ser afectado directamente por el flagelo de la extorsión.

Maras, pandillas y bandas comunes exigen a los conductores, ayudantes y propietarios a pagar una cuota períódica mediante amenazas.

A pesar de la extensión del estado de excepción en la mayor parte de Honduras, los crímenes contra el sector transporte, comerciantes y empresarios no dan tregua.