Detenido en 2020 en Miami, Florida, Fuentes Ramírez fue acusado de ser un actor clave en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos. Estas pruebas llevaron al jurado a declarar su culpabilidad, resultando en la sentencia de cadena perpetua, un caso que se convirtió en un símbolo de los esfuerzos de Estados Unidos por combatir el narcotráfico en la región.