“Soy policía formado vencer o morir, si tocan sus armas y disparan nosotros disparamos”, les decía Nolasco.
Aunque al final los civiles entregaron las armas, fueron dejados en libertad. Sin embargo, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, ordenó el envío de un fuerte contingente policial a Catacamas para capturar a los implicados.