La respuesta autoinmune se puede desencadenar o agravar por alteraciones de tipo emocional, como inquietud, ansiedad o estrés, o por cualquier otra alteración del organismo, como otras enfermedades autoinmunes relativas a la glándula tiroidea. El tratamiento debe ser completo, desde abordar la alteración autoinmune a la pérdida de pelo, pero también los factores psicológicos.