Sam Worthington casi pierde su matrimonio por culpa del alcohol
El actor de “Avatar” se sinceró sobre sus adicciones y cómo esto le afectó, hasta el punto de desarrollar ansiedad
- 16 diciembre 2022 /
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1 / 11Sam Worthington, quien saltó a la fama en 2009 por su papel protagonista en ‘Avatar’, aventura que retoma ahora, 13 años más tarde, en la esperada secuela ‘El sentido del agua’, ha sacado a relucir su faceta más vulnerable al hablar abiertamente de sus problemas con la bebida y de cómo su conducta estuvo a punto de arruinar su matrimonio con su esposa Lara, madre de sus hijos Rocket y Racer.
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2 / 11En conversación con la revista Variety, el intérprete australiano ha reconocido que el incremento en su ingesta de alcohol se produjo de forma constante y progresiva, por lo que no fue consciente de que estaba desarrollando una adicción ni siquiera cuando empezó a beber desde la mañana.
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3 / 11Por desgracia, Worthington necesitaba evadirse de una realidad personal que rechazaba y le angustiaba.
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4 / 11“Es que no podía verlo, pensaba que era normal. El caso es que no me gustaba a mí mismo, y beber me ayudaba a sobrellevar el día”, reveló el actor australiano.
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5 / 11“Creo que, de diez personas, nueve tampoco podían notarlo. Quizá alguno podía olerlo en mí, pero cuando me miraban, veían a un tipo normal que seguía haciendo su trabajo, y que además lo hacía bastante bien”, ha explicado en su conversación.
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6 / 11Por otro lado, Sam dijo que antes de tomar vuelos de corta duración, consumía hasta cinco copas de champán para aplacar los nervios.
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7 / 11En 2014, el actor australiano fue arrestado por golpear a un paparazzo. “Si alguien se me acercaba mi ansiedad se disparaba”, reconoció.
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8 / 11Fue su esposa, con quien se casó en 2014, quien decidió tomar cartas en el asunto para cortar esta dinámica de raíz, y lo hizo por medio de un ultimátum.
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9 / 11“Me lo dijo con amor, sin enfado o decepción. Me dijo que yo podía hacer lo que quisiera, pero que ella no estaba dispuesta a seguir aguantándolo. Me salvó del precipicio”, ha recordado con emoción.
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10 / 11Uno de los principales efectos de sus sesiones de embriaguez, como ha confesado el artista de 46 años, es que le convertían en un hombre “petulante” y “beligerante”, pero jamás hicieron de él una persona agresiva o demasiado cruel con sus seres queridos.
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11 / 11“Era como una especie de borracho emocional. Cuanto más bebía, más sensible me ponía y me comportaba de forma errática. No creo que fuera cruel, pero sí me volvía algo petulante y beligerante, todo lo discutía”, ha reconocido antes de achacar, en parte, a la cultura australiana su negativa inicial a admitir su dependencia y buscar ayuda profesional.