Por otra parte, agradeció el apoyo que ha tenido por parte de su esposa y de su familia a lo largo del tratamiento. “Ha sido toda una aventura. Mi esposa ha sido un bastión que me ha hecho fuerte. Sin ella, sería imposible estar en este proceso. Soy un creyente y siento que Dios ha estado conmigo todo el camino. El apoyo de mis hermanos, mi familia, mis amigos, mis jefes, mis compañeros y de mi trabajo, ha sido fundamental para sentirme mejor”, indicó.