El primer gol se originó con una aparición por la izquierda de Jordi Alba que, tras una pared con Suárez, superó a Gallese con un toque por arriba. El zaguero Robin Jannson alcanzó a despejar la pelota a la desesperada al palo y Messi, que llegaba por detrás, sólo necesitó de un control con el pecho para empujarla.