De pizzero a millonario por el fútbol: Así creó su imperio Mino Raiola

El agente de futbolistas Mino Raiola falleció este 30 de abril a sus 54 años de edad. Su increíble vida comenzó en una pizzería hasta el extremo de convertirse en un millonario gracias al fútbol.

Raiola, nacido en Nocera Inferiore, cerca de Nápoles (Italia), y que creció en Países Bajos, se impuso como uno de los agentes más influyentes del mundo, tan temido por los clubes como adorado por sus clientes.

El italiano, al que hace unos días habían dado por fallecido, había sido operado a principios de año por unos problemas pulmonares de los que finalmente no ha podido recuperarse

Su primer nombre fue Carmine. La carrera del empresario empezó prácticamente desde cero. En la década de los sesenta muchas familias italianas emigraban y la suya hizo lo propio cuando él era un niño, abandonando el empobrecido sur italiano para asentarse en Países Bajos, en Haarlem, donde creció.

Su padre, un mecánico napolitano, abrió un restaurante de comida italiana en Países Bajos al que puso de nombre “Napoli” y donde Raiola empezó a trabajar con solo 11 años, sirviendo platos de pasta y pizza.

Entre las mesas del local, rápidamente popularizado en la ciudad neerlandesa, el joven Mino se desempeñó como camarero, entablando conversaciones con los comensales más dispares y adquiriendo, aún sin saberlo, el don de gentes y el olfato que le caracterizaría.

Raiola jugó al fútbol en el equipo juvenil de Haarlem pero no tardaría en abandonarlo puesto que lo suyo, sin duda, eran los negocios, como había aprendido en aquel mentidero familiar.

Mino Raiola compró una franquicia de McDonalds para venderla poco después y con el dinero de esa operación emprendió su nueva vida como agente de futbolistas, un sector que conocía por sus amistades entre los directivos del Haarlem, clientes habituales.

Con tan solo 20 años, Raiola fundó su empresa de intermediación, “Intermezzo”, enviando jugadores holandeses en su país natal. Sus primeras operaciones fueron el pase de Dennis Bergkamp del Ajax al Inter de Milán en 1992 o el fichaje de Bryan Roy por el Foggia.

Enseguida llegarían muchos otros contratos y la puesta en marcha de una maquinaria que le haría millonario, imponiendo a lo largo de las negociaciones suculentas comisiones por su trabajo y por las primas de fichaje de los jugadores a los que representaba.

Su notoriedad se consagró con el fichaje de los futbolistas más famosos del mundo. Por ejemplo, hizo que Zlatan Ibrahimovic lograra un contrato por encima de los 10 millones de euros en 2006 con el Inter y, tres años después, favoreció su desembarco en el Barça.

En su exitosa carrera Raiola se ganó fama de directo, a menudo bronco, lo que le llevó a protagonizar sonadas polémicas, como cuando recomendó “un hospital mental” a Pep Guardiola cuando entrenaba al Barcelona, en la etapa de Ibraimovich como blaugrana.

En su larga y exitosa carrera, Raiola ha cerrado operaciones millonarias como el traspaso de Pogba de la Juventus al Manchester United por la cantidad récord para el fútbol italiano de 105 millones de euros. Además, los jugadores siempre lo vieron como una especie de figura paterna y uno de ellos fue Balotelli.

Fue premiado en 2016 y 2020 como mejor agente del año y descrito como “Rey del Mercado del Fútbol” por sus importantes operaciones a lo largo de su dilatada carrera.

Según Forbes, Raiola tiene un patrimonio neto estimado de 84,7 millones de dólares.

Raiola se encuentra entre los cinco agentes deportivos más poderosos de todo el mundo y ganó su dinero gracias a las comisiones de las negociaciones de contratos.

Mino Raiola había sido operado a principios de año por unos problemas pulmonares de los que finalmente no ha podido recuperarse.