De vacaciones con su gatito

Los más jóvenes se adaptan mejor a los viajes. Los mayores deberían quedarse en casa.

  • 08 abr 2019

Redacción

Cuando se aproxima una temporada de vacaciones también surge la pregunta para muchos dueños de animales: ¿qué hacer con las mascotas?

Los perros son más fáciles de llevar de viaje con la familia que los gatos, aunque los felinos muy jóvenes llevan mejor los cambios y el estrés que provoca irse con ellos de vacaciones.

Por lo general, la mejor opción para los gatos es dejarlos en terreno conocido a cargo de familiares, amigos o un cuidador de animales. Quien no tenga ninguna de estas posibilidades y decida llevarse a su gato de vacaciones debe preparar bien el viaje conjunto. Y hay que empezar a hacerlo con suficiente tiempo, expresa Klaus Kutschmann, de la Cámara Veterinaria en Berlín, Alemania.

Los gatos mayores deberían quedarse en casa, pero los que aún son cachorros se acostumbran bien a nuevas situaciones, afirma el veterinario.

“Sobre todo cuando las primeras experiencias de viaje llegan en la fase de socialización, que va hasta la semana número 15 de vida”, explica.

Es importante que no relacionen el automóvil y el transportín solo con el veterinario.

Para que el gato no se pierda durante las vacaciones es importante comprarle una correa, dice Kutschmann, que aconseja acostumbrar al animal con tiempo en casa.

En las tiendas venden correas que son cómodas para los felinos. No es aconsejable dejar que el gato ande libre en el lugar de vacaciones.

Vacunas. “El peligro de que se cruce con un congénere y se contagie de una enfermedad es demasiado alto”, advierte Kutschmann, por eso antes de partir es necesario ponerle las vacunas importantes.

“La de la rabia es indispensable”, indica el veterinario. También es preciso ponerle la vacuna contra la leucemia felina y la trivalente. Kutschmann aconseja, además, someterlos a una desparasitación inmediatamente después de regresar.

Durante el viaje en automóvil y en el lugar de vacaciones, los olores conocidos pueden tranquilizar al animal, apunta Kutschmann, por ello es importante que junto a su cesta se lleven también juguetes y una manta.

“El gato debe ir en un transportín seguro que conozca previamente”, señala Marion Dudla, de la Asociación Veterinaria Alemana. Eso le ahorra estrés innecesario, añade Nadia Kutscher, de la organización de defensa de los animales Peta. Se les puede atraer al transportín con premios para gatos, por ejemplo.

“Entonces lo cerramos durante un minuto para mostrar al animal que no pasa nada malo”, explica Kutscher.

Asimismo, hay que abrir con cuidado el transportín. Si no, puede ser que el animal salga corriendo y se estrese más aún cuando usted vaya detrás de él para agarrarlo.

El viaje en auto al lugar de vacaciones no debe ser muy largo. Al contrario que en el caso de los perros, un gato no puede salir a dar un paseo para hacer sus necesidades durante el trayecto.

Toallas empapadas en agua pueden ayudar a refrescarlo si en el carro la temperatura es alta. Al llegar al lugar de destino es importante darle tiempo para que se acostumbre al entorno extraño.

El transportín debe estar bien asegurado, aconseja Nadia Kutschmann. “Si hace mucho calor o si el viaje es largo, habrá que hacer pausas. El transportín tiene que permanecer siempre en la sombra”.