Honduras perdió esta semana a uno de sus talentos más prodigiosos: el artista nacional Abelardo Fortín.
Hijo del profesor Abelardo Fortín y Guillermina Maradiaga, Abelardo nació y creció en el barrio San Rafael de Tegucigalpa.
Siempre jocoso y ocurrente, desde pequeño mostró fuertes inclinaciones artísticas. Le encantaba el fútbol, era seguidor del Motagua, estaba enamorado de Tegucigalpa y de Honduras.
Se graduó del Instituto Central de perito mercantil y contador público. Fue entonces cuando se dedicó con amor a la música e integró su primer trío que se llamaba 'Pompilio Ortega' integrado por su hermano mayor y también músico Carlos Fortín, y por Juan Antonio Bárcenas que posteriormente se convirtió en su cuñado; posteriormente se les unió Oswaldo Molina 'Chiquín', Qddg.
Tiempo después, de nuevo con su hermano y otros músicos, fundaron Voces Universitarias, que marcaría un importante momento en la historia nacional al dar a conocer las canciones hondureñas internacionalmente y crear una fuerte identidad por las costumbres y la cultura hondureña.
Nace Trío Honduras
A finales de la década de los sesenta salió de Voces Universitarias y formó el Trío Honduras, su grupo insigne y más preciada joya artística, considerado por todos como el mejor trío de boleros de Honduras.
Honduras recordará a Abelardo Fortín por sus arreglos musicales, como 'Virgen de Suyapa', 'Morenita', 'El corrido a Honduras', entre muchas otras.
También por sus obras propias, 'Tegucigalpa querida' y 'Viva Honduras, viva el Motagua'. Pero quienes lo conocieron y amaron también lo recordarán porque nunca dejó de ser alegre, jocoso y positivo.
Su esposa, Heddy de Fortín, lo pone como todo un ejemplo y sus amigos de hace más de cuarenta años recuerdan su buen humor, aún en los momentos más difíciles.
'Abelardo no se sabía ni un solo chiste, pero sabía cómo reírse de sí mismo y despertar la alegría en quienes lo rodeaban', coinciden su familia y amigos.
El fundador del Trío Honduras y arreglista de la más bella música nacional, como Himno a la Virgen de Suyapa y varias canciones folclóricas, murió a los 69 años en Tegucigalpa